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Opiniones

Falta de apoyo familiar y orientación, un reto para disminuir el embarazo adolescente

Santo Domingo, RD.- María, de 15 años, iba camino al Centro Sanitario de Santo Domingo con su recién nacido de tres meses en brazos, acompañada de una prima. Producto de su embarazo, a los 14, tuvo que dejar la escuela cuando iba por el trimestre de gestación. Su realidad ahora es que no está estudiandoContinue reading “Falta de apoyo familiar y orientación, un reto para disminuir el embarazo adolescente”

Redacción Telenoticias • February 2, 2024 8:34 am
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Santo Domingo, RD.- María, de 15 años, iba camino al Centro Sanitario de Santo Domingo con su recién nacido de tres meses en brazos, acompañada de una prima. Producto de su embarazo, a los 14, tuvo que dejar la escuela cuando iba por el trimestre de gestación.

Su realidad ahora es que no está estudiando y tiene que ocuparse sola de su bebé, ya que el padre de la criatura, quien también es menor de edad, no se hizo responsable.

Este caso no es la excepción. Ella forma parte de miles de niñas y adolescentes que anualmente salen embarazadas a temprana edad, viendo esfumar sus metas por la responsabilidad de criar un niño.

Para la psiquiatra Alexandra Hichez, el embarazo en la adolescencia puede ocasionar diversas afectaciones emocionales, psiquiátricas y psicológicas, tales como ansiedad, estrés, miedo, confusión, sentimientos de soledad, baja autoestima, depresión, preocupaciones sobre el futuro, la crianza del bebé y la reacción de la familia y la sociedad.

Parte de estas emociones han sido experimentada por María (cuyo nombre real se omite para cuidar su integridad).

Poco apoyo familiar

“Me arrepiento de la aventura que hice. Después de ese error, recibo poco apoyo de mi familia, me siento sola…”, expresó con los ojos llorosos. 

La especialista Hichez puntualiza que el “rechazo absoluto en el entorno social la inhabilita de poder continuar en su proceso formativo”, debido a que en la mayoría de los planteles no aceptan, para asistencia regular, adolescentes embarazadas, lo cual les impide avanzar en su proyecto de vida.

“Estas son condicionantes que van empeorando de manera general el desempeño y la posibilidad de poder tener un desarrollo académico que luego le permita ser una madre responsable y proveedora de las necesidades de su hijo o hija”, agrega.

Respecto a si le gustaría seguir estudiando, la joven madre respondió que sí, aunque seguido también agregó: “pero está difícil, no tengo quien me ayude a cuidar a mi hijo”.

Según la encuesta Enhogar-MICS 2019, a medida que aumenta el índice de riqueza y el nivel educativo, la tasa de fecundidad en adolescentes disminuye. Es decir, que la educación cumple un rol importante para seguir erradicando esta problemática social y de salud.

El aborto y el pensamiento suicida

La historia de María no termina aquí. También pensó en el aborto como una salida cuando supo que estaba embarazada y más aún cuando sintió el rechazo de su familia, así como la irresponsabilidad del joven con quien sostuvo relaciones sexuales.

Hichez explicó que estas situaciones son las que llevan “en casi la mitad de los casos a pensar, aunque sea de primera instancia, en la posibilidad de un aborto, todo esto de una forma como respuesta a lo que vive en el momento”.

“Los pensamientos recurrentes de muertes y los intentos suicida tienden a aumentar por las limitaciones interpuestas por familiares o por nuevas asignaciones de responsabilidad y casi siempre esa adolescente no sabe qué hacer”Alexandra HichezPsiquiatra“

Cifras disminuyen, pero sigue siendo un reto

A pesar de que el embarazo adolescente en República Dominicana sigue siendo un reto, cabe destacar que, en los últimos cinco años, estas cifras han ido disminuyendo.  

Según publica la Dirección de Información y Estadísticas de Salud del Ministerio de Salud Pública, durante el año 2018, en el país se registraron 29,192 embarazos adolescentes.

En 2019, hubo un repunte y la cifra se elevó a 32,061. Mientras que para 2020, la cantidad descendió a 27,597.

En el 2021, la disminución fue mínima, hubo 27,476 jóvenes embarazadas, y en 2022, la cifra se situó en 25,489.

En tanto que para el 2023, datos preliminares de la Oficina Nacional de Estadística (ONE) ofrecidas al Gabinete de Niñez y Adolescencia (Gana) y el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani), indican que el número de partos de madres adolescentes bajó a 23,070.

Por: Stephanie Hilario Soto

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