Migración vecina: el final de un cruce empujado por una realidad implacable
Pareciera que somos indignos de vivir como los demás, dijo con palabras claramente limitadas por la tristeza Yoni Volci, un hombre de nacionalidad haitiana que conoce la dura busqueda de una vida mejor.
Por: Paola Mateo
Pareciera que somos indignos de vivir como los demás, dijo con palabras claramente limitadas por la tristeza Yoni Volci, un hombre de nacionalidad haitiana que conoce la dura búsqueda de una vida mejor.
“Nosotros venimos aquí buscando trabajo porque la situación está dura, allá en Haití. Por eso venimos para aquí, buscando la vida”, fueron sus palabras exactas, unas con las que dejó claro que lo que tienen en su país no es vida. Cuenta que desde que tuvo uso de consciencia entendió que salir de ese escenario de violencia y precariedades era la mejor de sus opciones, aunque sabía que no sería fácil.
Volci, es uno de los miles de migrantes que cruzan la frontera terrestre entre República Dominicana y la República de Haití, un límite fronterizo preñado de marcas de ambos lados y que baila, un son que silencia sueños que no son visualizados desde los cimientos correctos, pero que aun así están bañados de esperanza.
El final de ese cruce empujado por una realidad implacable en la mayoría de casos es la retención, deportación o repatriación. De marzo de 2022 a diciembre de ese mismo año fueron detenidos en la frontera domico-haitiana 62,645 haitianos con condición migratoria irregular, mientras que en 2023 la cifra fue mayor contabilizando 86,121, según datos del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (CESFRONT).
El drama es peor para quienes logran la azaña de pasar de la frontera. Un total de 497, 692 haitianos tuvieron que regresar a su país en 2023, de esa cantidad 246,678, mediante el retorno voluntario (provocado por el aumento de las tensiones entre las dos naciones por el conflicto con la construcción del canal de riego en el Río Masacre) y 251,011 fueron reconducidos a la vecina nación por la via de la deportación o repatriación, de acuerdo a la Dirección General de Migración (DGM). Estas son las estadísticas que también maneja la Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados en República Dominicana (MENAMIRD).
“… En el año 2023 no hubo el debido proceso de garantías constitucionales para estas personas a pesar de que la República Dominicana cuenta con una Constitución garantista que establece un Estado social democrático de derecho. Pero en la práctica estamos viendo una especie de nivel de retroceso en cuanto a la forma que debe conducirse, en la forma en que las autoridades, fundamentalmente migratorias, deben mantener la prudencia en momento de detener y deportar a inmigrante; fundamentalmente de origen haitiano”, manifestó William Charpentier, coordinador de la mesa.
Un final distinto frustrado por falta de papel:
“Si me quedo aquí, quiero hacer periodismo en este país”. Es uno de los sueños de un joven de 24 años a quien llamaremos solo Manuel, graduado hace poco en Haití.
Al momento de la entrevista solo portaba pasaporte sin visa. Sobre cómo ingresó a territorio dominicano sin papeles no quiso dar detalles, aunque luego de insistir, admitió “que hay formas” y que lo hizo en “autobús”. Un negocio instalado en la frontera en donde piden elevada suma de dinero para cruzar ilegales.
“Es que no nos ponen una forma para que uno haga los papeles”, lamentó muy consciente de su actual estatus mientras con una mezcla de orgullo y dolor mostraba su foto de graduación en su celular.
La sentencia 168/13
La tan criticada sentencia que nos costó la imagen en aguas internacionales sigue siendo una herida abierta para el vecino país a más de 10 años del fallo que privó retroactivamente de la nacionalidad dominicana a personas de origen extranjero que habían nacido en el país a partir de 1929, y habían sido reconocidas como dominicanas por las Constituciones anteriores a la del 2010, resultando más afectados los descendientes de haitianos nacidos en RD.
“En principio nosotros lamentamos esa sentencia porque finalmente pudimos ver que despojó de la nacionalidad dominicana a cerca de 200 mil personas que habian nacido en la República Dominicana, que ya tenian sus documentos…. Ni siquiera se respetó el principio de retroactividad, pero también el Estado como Estado se puso a competir con personas vulnerables y a aplastar a personas vulnerables… No se entendió la lógica del Tribunal Constitucional (TC)”, dijo Charpentier.
“Nosotros siempre somos partidarios de que esa sentencia viola todos los principios de un país que en su Constitución establece el Estado social y democrático de derecho, pero también que respeta la dignidad humana. Un país que según el artículo 26 de la Constitución aplica conforme es parte de la comunidad internacional”, expresó.
La Encuesta Nacional de Inmigrantes en la República Dominicana de 2017 de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) establece que la población de origen extranjero para esa fecha era de 847,979, de los que 750,174 eran de origen haitiano.
Una vida a medias
Al no tener documentos no pueden ser beneficiados con los programas sociales, recibir educación o algo tan simple como desplazarse con libertad o tener un trabajo formal, condenados así a vivir limitados.
Mientras que la política migratoria del gobierno dominicano, que ha abogado en varias ocasiones ante la comunidad internacional por una salida urgente para estabilizar al vecino país sumido en una profunda crisis social, económica y política, es firme, así como sus esfuerzos por frenar la migración haitiana.
“Es imperativo manifestar de la manera más firme y tajante posible que la comunidad internacional no debe, ni puede, abandonar al pueblo haitiano en este momento en que los niveles de inseguridad lo están llevando a su autodestrucción”, afirmó el presidente Luis Abinader ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) en 2021, en donde dijo además que la República Dominicana ha encarado por años, prácticamente sola, las consecuencias de la crisis haitiana, y está convencido de que “ninguna acción unilateral será suficiente para superar esa dramática situación”.