Uno por uno, quiénes secuestraron y robaron a Kim Kardashian en París: “Nos gustó su bling-bling”
Un edificio sin letrero en el corazón de París, una madrugada silenciosa, el eco de pasos en un pasillo vacío. A las 2:20 de la mañana del 3 de octubre de 2016, cinco hombres vestidos de negro, con ch…
Un edificio sin letrero en el corazón de París, una madrugada silenciosa, el eco de pasos en un pasillo vacío. A las 2:20 de la mañana del 3 de octubre de 2016, cinco hombres vestidos de negro, con chalecos de policía y pasamontañas, entraron en el Hôtel de Pourtalès, un refugio de lujo para quienes buscan el anonimato. Llevaban un arma antigua, una Mauser 7.65 mm, y un plan simple: entrar, tomar lo que querían y desaparecer en la noche.
En el penthouse, Kim Kardashian, de, en ese entonces, 35 años, estaba sola. Su equipo y su hermana Kourtney habían salido de fiesta. Solo un guardia de seguridad vigilaba el hotel. En la habitación, Kardashian vestía una bata de baño y miraba su teléfono cuando escuchó ruidos en la puerta. “¿Hola?” preguntó en inglés. No hubo respuesta.
El primer hombre en entrar llevaba al conserje, Abderrahmane Ouatiki, esposado. Le apuntaban a la cabeza con la Mauser. Kardashian trató de llamar al 911, un reflejo americano inútil en París. Los hombres la inmovilizaron. Le cubrieron la boca con cinta adhesiva. “No me maten, tengo bebés, por favor, tengo bebés”, suplicó. La encerraron en el baño y comenzaron a buscar.
Los ladrones sabían exactamente qué querían. En redes sociales, Kardashian había mostrado su anillo de compromiso de 18.88 quilates, valorado en USD 4 millones. También se llevaron un estuche de joyas con piezas exclusivas. 49 minutos después, salieron como llegaron. Uno de ellos dejó caer una cruz de platino con diamantes en la huida.
Cuando los pasos se disiparon, Kardashian logró liberarse. Bajó a otra habitación donde su estilista, Simone Harouche, se había escondido en el baño. Minutos después, la policía llegó, pero los hombres ya se habían ido. A las 7:40 de la mañana, Kim Kardashian dejó París en su jet privado.
El eco del robo siguió resonando. En Nueva York, Kanye West interrumpió su concierto por una “emergencia familiar”. En París, la policía comenzó la cacería de una banda que no imaginaba que su botín no sería suficiente para borrar las huellas que habían dejado atrás, según lo difundido por Daily Mail.
En enero de 2017, tres meses después del robo, la policía irrumpió en varios apartamentos de París y arrestó a los responsables del asalto a Kim Kardashian.
El líder era Aomar Aït Khedache, alias “Old Omar”, un criminal de carrera de 69 años con problemas de salud, pero aún influyente. En los años 90 se movía en el tráfico de drogas y robos de alto nivel. En 2016, dormía en apartamentos prestados por su amante, Christiane Glotin, alias “Cathy”, de 79 años, con un pasado en el tráfico de estupefacientes.
La idea del robo nació en un bar del Marais, cuando Florus Héroui, un barman con información privilegiada, le habló de Kim Kardashian. Un cliente habitual, Gary Madar, trabajaba en el aeropuerto de Le Bourget y conocía sus horarios, movimientos y lo que guardaba en su habitación.
Entre los miembros de la banda estaba Yunice Abbas, de 72 años, quien años después publicó el libro I Kidnapped Kim Kardashian, narrando sin remordimientos la noche del robo. También participó Didier “Blue Eyes” Dubreucq, un exconvicto con 23 años en prisión, y Marceau “Nariz gruesa” Baumgertner, con contactos en Amberes, donde se fundieron las joyas.
Siguiendo métodos antiguos, la banda observaba y tomaba notas sobre sus víctimas. No sabían quién era Kardashian, solo que tenía joyas. Antes del robo, vieron su anillo en Google y quedaron fascinados. “Nos gustó su bling-bling”, confesó Khedache, según reportó Le Parisien.
Pero la nostalgia no los salvó. La policía usó ADN, cámaras, geolocalización de llamadas y vigilancia para atraparlos. En diciembre de 2016, los vieron compartiendo el botín en una terraza. En enero de 2017, los detuvieron en una redada simultánea.
Sin escapatoria, Old Omar confesó: “No sé dónde está el anillo”, dijo, según Daily Mail. “El oro se fundió y se vendió.” El 28 abril de 2025, serán juzgados por secuestro y robo a mano armada.
Investigación y captura
Un anillo perdido, una cruz de platino abandonada y un teléfono encendido por error marcaron el inicio de la investigación. La Brigada de Represión del Bandidaje (BRB) detectó el sello de una banda experimentada, pero la tecnología jugó en su contra.
El ADN en las bridas del robo señaló a Aomar Aït Khedache y Yunice Abbas, viejos conocidos de la policía. Cámaras de seguridad captaron un Peugeot 508 cerca del lugar, conducido por el hijo de “Old Omar”. Un análisis de llamadas reveló un teléfono desechable usado solo durante el asalto.
La BRB esperó. Durante semanas, siguieron a los sospechosos, documentaron sus movimientos y, en diciembre de 2016, los vieron en una terraza repartiendo dinero. Era cuestión de tiempo.
El 9 de enero de 2017, una redada los atrapó. “Old Omar” negó todo, hasta que le mostraron las pruebas y lo presionaron con su familia. Confesó: planificaron el robo sin saber quién era Kardashian, solo que llevaba joyas valiosas. Las piezas se fundieron y vendieron en Amberes, pero el anillo de 18.88 quilates sigue desaparecido.
En enero de 2017, la Brigada de Represión del Bandidaje (BRB) atrapó a todos los sospechosos. Creyeron que el caso se resolvería rápidamente: pruebas contundentes, confesiones, fin de la historia. Pero las complicaciones llegaron después. Juicios por terrorismo, cambios de jueces y la necesidad de proteger la imagen de París ralentizaron el proceso. El robo ocurrió en plena Semana de la Moda, un golpe simbólico al lujo y la seguridad de la ciudad. Recordar lo fácil que fue llevarse USD 10 millones de una mansión no beneficiaba a nadie.
Los acusados esperaban el juicio en prisión preventiva, pero el tiempo pasó. Aomar Aït Khedache, de 69 años, enfrenta problemas cardíacos. Yunice Abbas tiene 72. Didier “Blue Eyes” Dubreucq, con 23 años de cárcel en su historial, ya no es el hombre que irrumpió en la habitación de Kardashian. Resignados, uno de ellos lo resumió a Daily Mail con crudeza: “Cuando esto termine, estaremos en sillas de ruedas o en ataúdes.”
Uno por uno, los principales acusados
El caso del robo a Kim Kardashian en 2016 involucra a cinco figuras clave, cada una con un historial criminal significativo y un papel central en el asalto.
Aomar Aït Khedache (“Old Omar”)
- Líder confeso del grupo conocido como “Omar & Co”.
- Fue encarcelado por primera vez a los 14 años por delitos de drogas.
- Confesó haber participado en el secuestro y robo de Kim Kardashian.
- Liberado en abril de 2020 debido a problemas de salud, actualmente reside en un suburbio de París.
Yunnis Abbas
- Tiene más de 20 años de prisión en su historial.
- Admitió haber actuado como vigilante durante el robo.
- Se sometió a una cirugía de bypass cardíaco en prisión.
- Escribió un libro titulado I kidnapped Kim Kardashian.
- Vive en el norte de París con su esposa, quien lo cuida debido a su delicado estado de salud.
Didier Dubreucq (“Blue Eyes”)
- Se le acusa de ser el segundo asaltante en ingresar al penthouse de Kardashian junto con “Old Omar”.
- Cumplió 23 años de prisión por robo a una oficina postal y tráfico de drogas.
- Estuvo involucrado en la importación de dos toneladas de cocaína a Europa mediante un príncipe saudita.
- Fue liberado tras su arresto por el caso Kardashian debido a un cáncer de pulmón.
Pierre Bouianère (“Big Pierrot”)
- Considerado uno de los cerebros de la operación.
- Con antecedentes en narcotráfico, fue detenido en 2006 con dos kilos de cocaína.
- Asegura que se retiró del crimen, pero se sospecha que fue quien dejó caer las joyas robadas durante la huida.
- Actualmente vive en Grasse, en la Costa Azul, y dice padecer Alzheimer.
Marc-Alexandre Boyer (“The Kid”)
- Se presentaba como cuidador de perros.
- Condenado en 2013 a seis años por delitos de drogas, pero fue absuelto en apelación.
- Análisis de telefonía lo ubicó en París la noche del robo y en Niza la mañana siguiente.
- Se le relaciona con un pantalón de Armani captado en imágenes de la noche del crimen.
- Actualmente reside en Antibes, cerca de Niza.
François ‘el gran chico’ Delaporte
- Fue identificado inicialmente por cámaras de vigilancia cerca de la escena del robo, pero la cojera atribuida a él resultó pertenecer a otro sospechoso.
- A pesar de ello, sigue acusado de asociación con la banda y posesión de documentos falsos.
- Tiene antecedentes como narcotraficante y comerciante de billetes falsos.
- Actualmente trabaja en una empresa de construcción en el área metropolitana de París.