15 señales de que el cuerpo necesita más descanso
Un estudio dirigido por el doctor Aric Prather , investigador de la Universidad de California en San Francisco, reveló que las personas que duermen menos de seis horas por noche tienen más del do…
Un estudio dirigido por el doctor Aric Prather , investigador de la Universidad de California en San Francisco, reveló que las personas que duermen menos de seis horas por noche tienen más del doble de probabilidades de resfriarse que aquellas que duermen más de siete.
Si bien el sueño se asocia habitualmente con la sensación de cansancio, su influencia abarca todos los sistemas corporales, desde la inmunidad hasta la piel. El cuerpo no solo se restaura al dormir, también se protege, se equilibra y se prepara para funcionar.
Según diferentes estudios de Verywell Health , existen al menos 15 manifestaciones concretas, algunas sutiles y otras más visibles, que pueden anunciar que el cuerpo está operando con un déficit de descanso.
1- Dolores musculares sin causa aparente
Durante el sueño se lleva a cabo la reparación de tejidos musculares . La interrupción de este proceso impide la regeneración celular y fomenta estados inflamatorios.
Además, según la fuente, la privación de sueño no solo deteriora la recuperación física sino que también amplifica la percepción del dolor y eleva el riesgo de cronificación.
2- Fatiga persistente
Sentirse somnoliento no es lo mismo que experimentar fatiga. Esta última se manifiesta como una caída pronunciada de la energía vital, incluso después de haber dormido una cierta cantidad de horas. Si el cuerpo no consigue reponerse durante la noche, puede quedar en un estado de debilidad general que impide sostener la rutina diaria.
3- Ojeras y deterioro de la piel alrededor de los ojos.
La zona ocular suele ser el primer lugar en mostrar señales . La piel que rodea los ojos, al ser la más fina del cuerpo, acusa inmediatamente la falta de regeneración celular provocada por el mal descanso. Esto genera acumulación de sangre por mala circulación y deriva en ojeras .
También puede notarse flacidez o palidez, y en casos prolongados, el desarrollo de arrugas prematuras como las llamadas “patas de gallo” .
4- Dificultades para conciliar el sueño
Un exceso de actividad física , mental o emocional puede desencadenar un estado de sobreestimulación que impide que el cuerpo se relaje para dormir, incluso si se siente agotado. Esta contradicción, señalada por un estudio , es habitual en personas que atraviesan episodios de estrés intenso o que entrenan en exceso.
5- Bajo rendimiento cognitivo y funcional
Solo una o dos horas menos de sueño por noche pueden afectar la capacidad para ejecutar tareas cotidianas. Las consecuencias incluyen mayor número de errores, tiempos de reacción más lentos y menor concentración . En actividades como manejar un vehículo o estudiar, estos efectos pueden ser particularmente graves.
6- Pérdida de motivación
La privación de sueño altera la evaluación del esfuerzo . El cerebro comienza a valorar menos la recompensa que se obtiene a cambio del trabajo realizado, lo que puede generar una sensación de apatía y falta de iniciativa, aun ante tareas habituales.
7- Problemas de visión
Los ojos también necesitan descanso. Dormir poco reduce la lubricación ocular , lo que se traduce en secuencia, picazón y enrojecimiento. También pueden aparecer espasmos (tics oculares), sensibilidad a la luz y visión borrosa, debido a que los músculos oculares no logran adaptarse con normalidad.
8- Irritabilidad y mal humor
Dormir mal reduce la capacidad de regulación emocional . Las personas cansadas tienden a reaccionar con mayor intensidad ante estímulos negativos, a tener menos tolerancia al estrés ya percibir las situaciones cotidianas como más adversas de lo que son.
9- Aumento de peso
La falta de sueño altera las hormonas que regulan el hambre y se incrementa la grelina (que estimula el apetito) y disminuye la leptina (que produce saciedad). Este desequilibrio favorece la ingesta excesiva, especialmente de alimentos poco nutritivos, como respuesta al agotamiento mal interpretado por el cuerpo como necesidad de energía inmediata.
10- Lapsos de memoria y microsueños
Durante el sueño, el cerebro organiza y archiva información. Sin ese proceso, los recuerdos se desorganizan y la capacidad de retención disminuye . A esto se suma el fenómeno del microsueño , que son momentos breves en que una persona se queda dormida por unos segundos sin darse cuenta, lo que puede derivar en pérdida de información importante.
11- Mayor propensión a la ansiedad y la depresión
El insomnio crónico (no dormir bien al menos tres noches por semana durante tres meses o más) eleva el riesgo de trastornos del estado de ánimo . Esta relación es bidireccional: la ansiedad y la depresión también pueden interferir con el sueño, creando un ciclo perjudicial difícil de romper.
12- Mayor frecuencia de enfermedades
El sistema inmunológico depende del sueño para producir anticuerpos y proteínas esenciales. Cuando el cuerpo no descansa, se vuelve más susceptible a infecciones.
Un estudio citado en el artículo indica que dormir menos de siete horas triplica el riesgo de contraer un resfriado. A largo plazo, este déficit puede contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas como hipertensión, obesidad o enfermedades cardíacas.
13- Frecuencia cardíaca en reposo más alto
Un aumento en los niveles de cortisol, la hormona del estrés, producto del mal descanso, puede elevar la frecuencia cardíaca. Esta señal es especialmente relevante en atletas, ya que puede indicar sobre entrenamiento o recuperación incompleta. También se vinculó con el desarrollo de ansiedad .
14- Brotes en la piel y deterioro cutáneo
Al dormir, se incrementa el flujo sanguíneo a la piel y se favorece la producción de colágeno y elastina. Dormir poco interrumpe estos procesos, debilita la flora bacteriana protectora (como el Staphylococcus epidermidis ) y agrava condiciones como el acné , la resequedad o la sensibilidad cutánea.
15- Descenso del deseo sexual
El agotación físico y mental puede disminuir la libido . En el plano hormonal, la falta de descanso reduce los niveles de testosterona , con impacto directo en el deseo sexual de personas de cualquier sexo. Un estudio citado por Verywell Health indica que una hora más de sueño aumentó la actividad sexual en mujeres en un 14% al día siguiente .