Arzobispo Héctor Rodríguez: “Jesús se solidariza hoy con quienes sufren la tragedia”
Santiago.– Con un llamado a la esperanza en medio del dolor, el arzobispo metropolitano de Santiago, monseñor Héctor Rafael Rodríguez, presidió este domingo la tradicional procesión del Domingo de Ram…
Santiago.– Con un llamado a la esperanza en medio del dolor, el arzobispo metropolitano de Santiago, monseñor Héctor Rafael Rodríguez, presidió este domingo la tradicional procesión del Domingo de Ramos, dando inicio a las celebraciones de la Semana Santa 2025.
La caminata espiritual partió desde la parroquia Nuestra Señora de La Altagracia hasta la Catedral Santiago Apóstol el Mayor, donde el prelado ofreció una emotiva homilía centrada en el dolor humano, la cruz de Cristo y la fe como fuente de consuelo.
Durante su mensaje, monseñor Rodríguez se refirió con profundo pesar a la tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set, que ha enlutado a toda la nación. En lugar de buscar culpables, exhortó a la población a volcarse en gestos concretos de solidaridad y misericordia hacia las víctimas y sus familias.
“Les invito a que hagamos gestos de cercanía, de aliento. A veces nuestras palabras se quedan cortas, pero la presencia solidaria habla más fuerte que mil discursos”, expresó con firmeza.
“Del júbilo a la cruz, y de la cruz a la esperanza”
Al recordar el significado profundo del Domingo de Ramos, el arzobispo subrayó que esta fecha no es solo una celebración de júbilo religioso, sino el inicio de un camino de sufrimiento y redención.
“Pasamos del entusiasmo de aclamar a Jesús con palmas y cantos, al estremecedor silencio de su pasión. Es un contraste que refleja la vida de muchos dominicanos: entre la esperanza y el dolor”, reflexionó.
Rodríguez también recordó que Jesús no entró en Jerusalén con poder y gloria humana, sino montado en un burro, como signo de humildad y servicio. “Nuestro Rey no se impone, no busca imponerse por la fuerza. Él se entrega por amor”, dijo.
La tragedia y el consuelo en Cristo
Conmovido por el dolor que embarga a tantas familias, monseñor Rodríguez conectó el sufrimiento actual del pueblo dominicano con la pasión de Cristo.
“Jesús dice: ‘Mira, yo estoy contigo incluso en el dolor más oscuro’. Él también lloró, fue traicionado, abandonado y crucificado. Pero su historia no terminó en la cruz, sino en la resurrección. Ahí está nuestra esperanza”, aseguró el arzobispo.
En su mensaje final, llamó a vivir esta Semana Santa con mayor profundidad espiritual, conciencia y fe, viendo la tragedia nacional como una oportunidad para renovarse en el amor y la compasión:
“Miremos esta tragedia con los ojos del consuelo, la fe y una esperanza que no se quiebra. Jesús murió, sí, pero también resucitó. Y no nos deja solos. Ánimo”.
La celebración del Domingo de Ramos en Santiago se desarrolló en un ambiente de recogimiento, oración y profunda unidad, marcado por el dolor colectivo y el deseo de encontrar luz en medio de la oscuridad.