Skip to content
Bienestar Y Vida

Cómo convertir la ira en una herramienta que impulsa el bienestar, según los expertos

En el siglo XIII, el poeta persa Rumi comparó al ser humano con una “casa de huéspedes”, un espacio donde, cada día, emociones inesperadas se presentan a la puerta: alegría, tristeza, frustración y, t…

Redacción Telenoticias • April 15, 2025 6:17 am
compartir en:
Post thumbnail

En el siglo XIII, el poeta persa Rumi comparó al ser humano con una “casa de huéspedes”, un espacio donde, cada día, emociones inesperadas se presentan a la puerta: alegría, tristeza, frustración y, también, ira. Aunque suele verse como una emoción negativa, incómoda e incluso peligrosa, forma parte del paisaje emocional inevitable. Sin embargo, lejos de ser una simple reacción descontrolada, cuando se comprende y maneja adecuadamente, puede convertirse en una poderosa herramienta reveladora.

Según un análisis publicado por BBC Mundo, esta emoción no solo impacta al cuerpo de manera profunda sino que también encierra un potencial adaptativo, siempre que se sepa cómo interpretarla y gestionarla.

Procesos cerebrales involucrados en la ira

El origen neurológico de la ira se basa en un complejo circuito cerebral donde intervienen principalmente tres estructuras: la amígdala, el hipocampo y la corteza frontalNazareth Castellanos, neurocientífica del Laboratorio Nirakara-Lab de la Universidad Complutense de Madrid, explica que la amígdala “es la zona más importante para las emociones más aversivas como la ira”.

Ignorar la ira puede aumentarIgnorar la ira puede aumentar el riesgo de enfermedades como infartos y problemas gástricos, advierten expertos (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Esta región cerebral detecta rápidamente el estímulo negativo, mientras que el hipocampo y la corteza frontal evalúan su contexto y moderan su intensidad.

Castellanos distinguió tres escenarios posibles ante una situación aversiva: en el primero, el hipocampo y la corteza frontal moderan la respuesta de la amígdala como mediadores racionales; en el segundo, esta última se activa y desencadena cambios fisiológicos típicos del enfado, como respiración agitada y tensión muscular.

En tanto, en el tercer escenario, cuando el estrés previo es elevado, la amígdala ya está sobreexcitada y domina toda la reacción. En ese caso, como advierte Castellanos, “se convierte todo en amígdala” y puede derivar en reacciones exageradas, incluso con consecuencias físicas como un infarto.

Impacto fisiológico de la ira en el cuerpo

Respirar profundamente y repetir palabrasRespirar profundamente y repetir palabras neutras ayuda a reducir los efectos descontrolados de la ira (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

El efecto inmediato más visible de la ira se produce en el sistema cardiovascular y respiratorio. Un estudio liderado por el profesor Daichi Shimbo, de la Universidad de Columbia, determinó que ocho minutos de ira son suficientes para alterar la capacidad de los vasos sanguíneos de dilatarse, aumentando así el riesgo de daño vascular a largo plazo.

Además, durante un episodio de ira, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la respiración se incrementan notoriamente. Pero también se ven comprometidas áreas menos evidentes como el sistema digestivo.

Castellanos detalla que el sistema entérico, una red neuronal ubicada en el intestino, provoca contracciones gástricas, inflamación y ardor estomacal. “Puede que tuve un enfado y ya me he calmado, y al cabo de un rato tengo la tripa hinchada”, puntualizó la experta.

Las rabietas infantiles promueven conexionesLas rabietas infantiles promueven conexiones entre la amígdala y la corteza, fundamentales para el desarrollo emocional (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Función adaptativa de la ira

La ira cumple una función protectora y adaptativa cuando se presenta ante una injusticia o un obstáculo. Según Dolores Mercado, profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM, esta emoción permite “restaurar la justicia y eliminar los obstáculos al logro de los propios objetivos”. Su valor reside, entre otras cosas, en comunicar que algo no está bien.

No obstante, cuando su intensidad o duración es excesiva, puede transformarse en un problema persistente que perjudica tanto el cuerpo como las relaciones sociales. En esos casos, se habla de una “ira irracional”, aquella que no se ajusta al estímulo que la genera y que ya no cumple una función adaptativa.

Castellanos recordó que la ira bien dirigida puede ser catalizadora del cambio social. “Muchas de las cosas en que hemos avanzado como seres humanos fue gracias a la ira de unos pocos. Si las mujeres en Londres en el 1900 no se cabrean, no votamos”.

Herramientas para gestionar la ira

Controlar la ira permite enfrentarControlar la ira permite enfrentar adversidades con menor daño físico y social, según estudios recientes (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Las técnicas para abordar la ira se enfocan en permitir que esta emoción surja, pero sin dejar que tome el control del comportamiento. Una de las herramientas más difundidas es el método RAIN, desarrollado por la psicóloga Tara Brach, cuyas siglas en inglés significan reconocer, permitir, investigar y nutrir.

Castellanos sugirió hacerse preguntas como “¿qué quiero cambiar?” y “¿es justo que lo cambie?”. Este proceso implica una revisión autocrítica y una observación honesta, ya que “cuando la amígdala tiene mucha actividad, perdemos honestidad”, según advierte.

Otra estrategia se centra en la respiración. Castellanos explicó que la amígdala puede provocar una alteración conocida como “apnea provocada”, interrumpiendo los patrones normales.

Según Castellanos, el manejo adecuadoSegún Castellanos, el manejo adecuado de la ira puede ser catalizador del progreso humano La práctica autocrítica enseña a identificar (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Además, recomendó alargar la exhalación respecto a la inhalación para calmar el sistema. “Hemos visto que esa parte de la exhalación es la que más trabaja sobre esas redes cerebrales que controlan a la amígdala”, afirmó.

Un tercer recurso se basa en lo que se denomina “efecto mantra”. Un estudio de la Universidad de Tel Aviv demostró que repetir en silencio una palabra neutra, sin carga emocional, por ejemplo, “mesa” o “vaso”, reduce la actividad verbal interna de la amígdala, que tiende a exacerbar la ira con pensamientos como “pero si me ha dicho que no”.

Expresión y regulación de la ira en niños

La expresión emocional en la infancia cumple un rol clave en el desarrollo neurológico. Las rabietas infantiles no deberían suprimirse, ya que forman parte del crecimiento de las conexiones entre la amígdala y la corteza frontal.

La práctica autocrítica enseña aLa práctica autocrítica enseña a identificar cuándo esta emoción necesita transformarse en acción eficiente (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Castellanos señaló que “la rabieta cumple una función en el cerebro de un niño que está creciendo; son como pruebas de sonido”.

En el entorno familiar, es necesario permitir que el niño se exprese, pero dentro de un marco de contención. “Tienes que dejarle que se exprese. Que ella sienta que está contenida, que hay alguien ahí que controla, que hay límites con firmeza, límites amorosos”, sugirió Castellanos en relación con su experiencia como madre.

También advierte sobre el riesgo de que los adultos se “contagien” de la rabieta, por la fuerte sincronización corporal que existe entre padres e hijos.

Evitar expresar irritación acumulada puedeEvitar expresar irritación acumulada puede derivar en impactos severos en la salud física y mental (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Por su parte, Dolores Mercado destacó que es fundamental enseñar a los niños a identificar la emoción, analizar la causa, reflexionar sobre su reacción y evaluar las consecuencias. El objetivo es ayudarlos a descubrir que se logra más intentando soluciones pacíficas que impulsivas y agresivas.

Consecuencias de reprimir la ira

Reprimir la ira no solo impide la resolución del conflicto que la origina, sino que también genera efectos físicos y emocionales adversos. Mercado advirtió que en la modalidad explosiva, la ira entra en un circuito de retroalimentación que la estimula nuevamente.

En cambio, cuando se aprende a regular la ira, “se puede expresar para lograr los cambios… Con menor daño personal y social”.

Las reacciones del cerebro anteLas reacciones del cerebro ante estímulos aversivos tienen efectos inmediatos en funciones cardiovasculares, respiratorias y digestivas (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

El psiquiatra Gabor Mate, en su libro Cuando el cuerpo dice NO, sostiene que cuando no se marcan límites ni se expresa el enfado, el cuerpo lo manifiesta a través de enfermedades. “Cualquier emoción que sea reprimida va a salir por otro lado y normalmente se va a somatizar”, dijo.

En este sentido, la salud física y la salud mental son dimensiones inseparables. Cuando el estado emocional se debilita, el cuerpo se vuelve más vulnerable.

“Si tomas una mala dieta y tenés una alteración de la salud mental te va a afectar más”, afirma Castellanos. Por eso, en situaciones adversas como un duelo o una separación, la recomendación es prestar mayor atención al cuidado físico.