Tras el adiós a Francisco, cuándo empieza y cómo será el cónclave para elegir al nuevo Papa
Francisco ya descansa en paz. Tras conmovedoras muestras de amor y respeto, y un multitudinario funeral que congregó a miles de personas y a los principales líderes del mundo, el cuerpo del papa argen…
Francisco ya descansa en paz. Tras conmovedoras muestras de amor y respeto, y un multitudinario funeral que congregó a miles de personas y a los principales líderes del mundo, el cuerpo del papa argentino ya fue alojado en la sencilla tumba ubicada en la basílica de Santa María la Mayor, tal como lo pidió el propio Jorge Bergoglio.
A partir de ahora, en los pasillos marmóreos del Vaticano, la despedida a Francisco le irá dejando lugar, poco a poco, a una decisión clave que transformará los años venideros: elegir al próximo sucesor de Pedro.
Son 135 los cardenales con derecho a voto, todos menores de 80 años, procedentes de 71 países, quienes tendrán a su cargo la pesada tarea de elegir al nuevo. Un mosaico global que revela no solo la universalidad de la Iglesia, sino también su encrucijada.
Hay algo en el ambiente que recuerda a la víspera de una tormenta. No una tormenta meteorológica, sino espiritual, institucional, profética. Porque, a diferencia de la última transición, esta vez no habrá renuncia, ni pontífice vivo en Castel Gandolfo. Solo el cuerpo de un hombre que quiso ser llamado “el obispo de Roma”, expuesto sin catafalco, sin báculo, en una caja de madera forrada en zinc. Solo su testamento, que pide ser enterrado “sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus”.
La Capilla Sixtina los espera. Las normas establecen que el cónclave no debe convocarse durante los Novediales —el período de nueve días de misas por el alma del papa fallecido, que empieza a contarse desde el entierro— ni extenderse más allá del vigésimo día tras su muerte. En este caso, con el funeral fijado para el 26 de abril, los Novediales concluirán el 4 de mayo, y el cónclave podrá comenzar entre el 5 y el 10 de mayo, fecha límite marcada por la normativa vaticana.
En busca de un “unificador”
Algunos de los cardenales que participarán en el cónclave en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor de Francisco aseguraron que afrontan esta misión con “aprensión”, “responsabilidad” y “esperanza”, al tiempo que comenzaron a esbozar el perfil del futuro papa: un “unificador”.
Los doce años de pontificado del primer papa latinoamericano estuvieron marcados por las reformas y un estilo sencillo, lo que le valió la dura oposición de los sectores más conservadores de la Iglesia, con su predecesor Benedicto XVI como insignia.
“La tarea que nos atañe estos días nos supera y, sin embargo, nos obliga”, resumió el jueves por la noche el cardenal francés Jean-Marc Aveline durante una misa en Roma.
Unos metros más allá, el purpurado luxemburgués Jean-Claude Hollerich reconoció a los periodistas que afronta el cónclave “con una cierta aprensión”, pero también con “una gran esperanza”.
“Nos sentimos muy pequeños. Debemos tomar decisiones para toda la Iglesia, por lo que recen por nosotros”, agregó este jesuita, que fue un cercano consejero del pontífice argentino.
El viernes, los cardenales -electores y no electores (aquellos de más de 80 años)- se congregaron en el Vaticano para una cuarta reunión informal desde el deceso del pontífice argentino el 21 de abril.
Estas “congregaciones” de los llamados príncipes de la Iglesia, que continuarán en los próximos días, les permiten confrontar puntos de vista sobre las prioridades del próximo pontificado.
Con sus solideos o bonetes rojos, estos no pasan desapercibidos en los alrededores de la plaza de San Pedro y a menudo acaban rodeados de periodistas ávidos de información sobre sus reuniones a puerta cerrada.
“Hay muy buen ambiente entre nosotros. Los pronósticos, son ustedes los que los hacen”, les respondió el cardenal italiano Fernando Filoni, cuando las listas de “papables” florecen en la prensa italiana e internacional. “Aprendemos a conocernos”, agregó.
Alrededor del 80% de los 135 cardenales electores los nombró Francisco, quien dio prioridad a los países del Sur global y de regiones aisladas.
Para el cardenal británico Vincent Nichols, la perspectiva de escoger el próximo pontífice es “realmente intimidante”.
Los cardenales harán “su mejor trabajo una vez que se cierren las puertas del cónclave”, porque en ese momento habrá “paz y oración entre nosotros”, aseguró a la cadena BBC.
A la pregunta de si toca ahora elegir un papa africano o asiático, Hollerich respondió: “¿Por qué no?”.
Más que la “región geográfica”, hay que fijarse en las “competencias” y las “personalidades”, ya que “un papa es siempre un unificador”, agregó.
“Un hombre sencillo”, “ni demasiado joven ni demasiado viejo”, “un hombre que puede estar en contacto con la gente, que puede escuchar a las personas de izquierda y de derecha”, detalló.
Para el muy conservador Gerhard Müller, referente de los opositores a Francisco, la Iglesia corre el riesgo de sumirse en un cisma si se elige a un papa progresista.
“La cuestión no es entre conservadores y liberales, sino entre ortodoxia y herejía”, declaró el cardenal alemán al diario británico The Times.
“Espero a alguien sencillo y humilde. Un pontífice que socave las luchas de poder dentro de la Iglesia, que siga siendo una referencia para la paz en el mundo”, declaró el cardenal hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga al diario italiano La Stampa.
Con más de 80 años, no podrá votar por el futuro papa, pero dice confiar en la unidad del cónclave. “Estoy convencido de que, al final, el sentido común se impondrá. Los cardenales no son personas sin fe”.