“Yo pensaba que era un sueño… pero me estaba ahogando”: El desgarrador relato de Sheilyn, la niña arrastrada por una alcantarilla en Lava Pies
Sheilyn Vizcaíno, una niña de apenas 13 años, vivió una de las experiencias más traumáticas de su vida el pasado jueves, cuando fue arrastrada por una alcantarilla destapada en medio de las lluvias qu…
Sheilyn Vizcaíno, una niña de apenas 13 años, vivió una de las experiencias más traumáticas de su vida el pasado jueves, cuando fue arrastrada por una alcantarilla destapada en medio de las lluvias que cayeron en el sector Lava Pies.
“Yo iba caminando y tropecé donde está el hoyo del video… ahí fue que el agua me jaló”, contó la niña con voz suave, aún afectada por lo ocurrido. En ese momento, trató de resistirse. “Tenía un brazo afuera, tratando de salir, pero el agua me llevaba”.
Sheilyn recuerda que, en un momento, perdió el conocimiento. “No me acordaba de nada, y después fue que desperté y me vi que me estaba ahogando. Me dijeron que me estaban jalando los pies, pero yo no sentí eso”.
Lo más impactante de su testimonio fue cómo vivió esa experiencia entre la vida y la muerte: “Sentía como si estuviera en un sueño, en un túnel lleno de agua. Yo pedía que me despertaran, pero después me di cuenta que no era un sueño, que era la vida real”.
Mientras se ahogaba, intentaba buscar aire donde podía. “Cuando había un huequito sin agua, yo levantaba la cabeza y cogía aire, y después me seguía ahogando”.
Finalmente, su cuerpo llegó a una especie de cueva. “Ahí me desperté otra vez, y pensé que seguía soñando. Me acosté en una esquina donde había lodo o cloaca, puse mis zapatos al lado… y me dormí ahí un buen rato”.
Con cada palabra, Sheilyn revive lo que muchos consideran un milagro. Fue rescatada con vida, pero su historia ha puesto sobre la mesa una vez más los graves problemas de infraestructura en sectores como Lava Pies, donde las alcantarillas destapadas siguen siendo un peligro mortal, especialmente para los más pequeños.
Mientras tanto, Sheilyn se recupera en casa, rodeada de su familia, pero con marcas emocionales que tardarán en sanar.
“Cuando sentía que me estaban buscando, yo pedía ayuda”, dijo al final