Skip to content
El País

Antigua Orden Dominicana rechaza contundentemente el proyecto de ley mordaza que pretende censurar las redes sociales

ntigua Orden Dominicana, fiel a su compromiso con la soberanía, la verdad y la defensa de los derechos del pueblo, se levanta con firmeza para denunciar esta intención autoritaria que nos acerca pelig…

Escalen Batista • May 23, 2025 2:34 pm
compartir en:
Post thumbnail

La Antigua Orden Dominicana expresa su más enérgico rechazo al proyecto de ley que actualmente se discute en el Congreso Nacional y que, bajo el falso pretexto de regular la difamación, busca imponer un control político y arbitrario sobre la libertad de expresión en redes sociales, medios digitales y
plataformas de libre pensamiento.

Este intento de “ley mordaza” representa una amenaza directa a los derechos fundamentales de todos los dominicanos. En lugar de fortalecer la democracia, lo que pretende es silenciar voces críticas, limitar el derecho a la información y colocar en manos de una élite política el poder de decidir qué se puede decir o no en el espacio digital.

La Antigua Orden Dominicana, fiel a su compromiso con la soberanía, la verdad y la defensa de los derechos del pueblo, se levanta con firmeza para denunciar esta intención autoritaria que nos acerca peligrosamente a un régimen de censura y represión ideológica.

Reiteramos que el verdadero camino no es censurar, sino mejorar los mecanismos legales existentes, aplicar con firmeza un régimen de consecuencias justo y transparente para quienes incurran en calumnia y difamación, y garantizar el debido proceso, siempre bajo la tutela judicial, no bajo decisiones discrecionales de funcionarios de turno.

Ya existen regulaciones internacionales y políticas claras dentro de las propias redes sociales para manejar abusos y conductas indebidas. Lo que se necesita en nuestro país no es una mordaza digital, sino una justicia que funcione y que no se utilice como instrumento político.

La Antigua Orden Dominicana convoca al pueblo dominicano a mantenerse vigilante, a defender el derecho sagrado a expresarse libremente y a rechazar cualquier legislación que convierta al Estado en censor y perseguidor del pensamiento disidente.