¿Déficit de vitamina D? Podría estar afectando más que tus huesos, incluida tu salud urológica
La vitamina D es una hormona esteroidea fundamental para el metabolismo del calcio y la salud ósea, pero su acción va mucho más allá del sistema músculo esquelético. En la última década, diversos estu…
La vitamina D es una hormona esteroidea fundamental para el metabolismo del calcio y la salud ósea, pero su acción va mucho más allá del sistema músculo esquelético. En la última década, diversos estudios han evidenciado que la deficiencia de vitamina D se asocia con múltiples enfermedades sistémicas, incluidas afecciones urológicas.
Esta relación se explica por la presencia de receptores de vitamina D (VDR) en diversos tejidos del aparato genitourinario y por su papel en la modulación de procesos inflamatorios, inmunológicos y celulares.
Evaluación
En este artículo explicamos las principales conexiones entre la vitamina D y las enfermedades urológicas, destacando la importancia de su evaluación y manejo como parte del tratamiento integral de los pacientes.
1. Cáncer de próstata: Uno de los vínculos más estudiados entre la vitamina D y la urología es su relación con el cáncer de próstata. Estudios epidemiológicos han sugerido que niveles bajos de vitamina D se asocian con un mayor riesgo de cáncer de próstata agresivo.
Asimismo, algunos ensayos clínicos han investigado el uso de vitamina D como coadyuvante en el tratamiento del cáncer prostático, aunque los resultados aún son mixtos y se requieren más investigaciones para confirmar su eficacia terapéutica.
2. Salud renal y Enfermedad Renal Crónica (ERC): La deficiencia de vitamina D es común en pacientes con enfermedad renal crónica, una población frecuentemente atendida en el ámbito urológico. La suplementación con vitamina D o análogos activos ha demostrado beneficios en la reducción de la proteinuria y la regulación del eje renina-angiotensina-aldosterona, contribuyendo así a la protección de la función renal.
3. Infecciones del tracto urinario (ITU): El sistema urinario depende de la inmunidad innata para defenderse de patógenos. Se ha observado que mujeres con deficiencia de vitamina D presentan mayor incidencia de ITU recurrentes, lo que sugiere una posible utilidad de la vitamina D como estrategia preventiva. Aunque la evidencia aún es preliminar, algunos estudios apoyan la suplementación en pacientes con deficiencia y episodios frecuentes de ITU.
4. Disfunción eréctil y salud sexual: Algunas investigaciones han sugerido una posible asociación entre la deficiencia de vitamina D y la disfunción eréctil. La vitamina D puede influir en la función endotelial, mejorar la vasodilatación mediante la regulación del óxido nítrico y reducir la inflamación sistémica, factores que afectan directamente la función eréctil.
Aunque aún se requiere más evidencia, algunos estudios observacionales han reportado mejoría en la función sexual masculina tras la corrección de niveles bajos de vitamina D.
Conclusión
La vitamina D desempeña un papel relevante en múltiples condiciones urológicas, como son: cáncer de próstata, enfermedad renal, infecciones urinarias, litiasis y salud sexual masculina. La evaluación rutinaria de los niveles de vitamina D y su corrección cuando esté indicada puede ser una herramienta valiosa en el manejo integral de los pacientes urológicos.
Fuente: Pablo Mateo
