Apple enfrenta una crisis interna por el retraso de Siri y la inteligencia artificial
El retraso en la llegada de la nueva versión de Siri ha generado frustración dentro de Apple, donde ingenieros y directivos reconocen que la empresa se encuentra rezagada en la carrera de la inteligen…
El retraso en la llegada de la nueva versión de Siri ha generado frustración dentro de Apple, donde ingenieros y directivos reconocen que la empresa se encuentra rezagada en la carrera de la inteligencia artificial.
Según reportó Bloomberg, la actualización prometida para el asistente de voz, que debía estar lista para la Worldwide Developers Conference (WWDC) de 2025, sigue sin fecha de lanzamiento, mientras que los usuarios continúan esperando funciones que la compañía promocionó desde el lanzamiento del iPhone 16. Esta situación ha derivado en demandas colectivas por publicidad engañosa y ha puesto en entredicho la capacidad de Apple para liderar la próxima generación de productos inteligentes.
De acuerdo con Bloomberg, la crisis interna se agudizó cuando Craig Federighi, jefe de software de Apple, probó una versión beta del sistema operativo iOS 18.4 en su propio teléfono y descubrió que muchas de las funciones de Apple Intelligence no funcionaban como se había anunciado. Entre las características fallidas se encontraba la búsqueda de información personal, como el número de licencia de conducir, mediante comandos de voz.
Las demostraciones presentadas en la WWDC anterior resultaron ser videos de prototipos tempranos, no pruebas de un sistema funcional. El lanzamiento de estas funciones se pospuso primero a mayo y luego de manera indefinida, mientras la empresa seguía promocionando capacidades que no estaban disponibles en los dispositivos vendidos.
Bloomberg detalló que la falta de avances tangibles en inteligencia artificial ha generado preocupación entre los altos ejecutivos de la compañía. Eddy Cue, vicepresidente senior de servicios y uno de los colaboradores más cercanos de Tim Cook, advirtió a sus colegas que la posición de Apple como líder tecnológico está en riesgo. Cue comparó la amenaza de la inteligencia artificial para Apple con el impacto que el iPhone tuvo sobre Nokia, sugiriendo que el teléfono insignia de la empresa podría volverse irrelevante en menos de una década. En una audiencia judicial reciente, declaró: “El iPhone podría ser irrelevante dentro de una década, por más descabellado que suene”.
La historia de la inteligencia artificial en Apple ha estado marcada por decisiones estratégicas y culturales que han limitado su desarrollo. Tras la muerte de Steve Jobs, la empresa lanzó Siri como un asistente de voz revolucionario, pero pronto fue superado por las propuestas de Google y Amazon.
Según Bloomberg, la fragmentación de los equipos de inteligencia artificial dentro de la compañía dificultó la integración de avances significativos. En 2018, la contratación de John Giannandrea, exjefe de inteligencia artificial de Google, generó expectativas de un cambio de rumbo. Giannandrea unificó los equipos de aprendizaje automático, pruebas y desarrollo de Siri, reportando directamente a Tim Cook.
Sin embargo, siete años después, el optimismo inicial se ha desvanecido. Apple ha invertido recursos considerables en inteligencia artificial, pero sus avances han sido lentos y, en muchos casos, decepcionantes. El lanzamiento de ChatGPT por parte de OpenAI en 2022 aceleró la competencia en el sector, con empresas como Google, Meta y Amazon integrando modelos de lenguaje avanzados en sus productos.
Apple, en cambio, presentó funciones de inteligencia artificial con retraso y resultados poco impresionantes. Las herramientas de escritura y resúmenes de correos electrónicos, así como los “Genmojis” personalizados, llegaron meses después del lanzamiento del iPhone 16 y no cumplieron con las expectativas generadas por la publicidad.
El retraso en la actualización de Siri ha sido especialmente notorio. Según fuentes citadas por Bloomberg, la empresa tenía como objetivo lanzar la nueva versión en abril de 2025, pero los problemas técnicos detectados en las pruebas internas obligaron a posponer el lanzamiento. La infraestructura de Siri se dividió en dos: una parte basada en el código antiguo para funciones tradicionales y otra en el nuevo código para las capacidades de inteligencia artificial. Esta solución temporal generó problemas de integración y numerosos errores, lo que llevó a los ingenieros a describir la situación como un “juego del topo”, donde al solucionar un problema surgían varios más.
La falta de liderazgo claro y la baja moral en los equipos de ingeniería han agravado la crisis. Un miembro del grupo de Siri citado por Bloomberg afirmó: “No nos dicen qué está pasando ni por qué. No hay liderazgo”.
El propio Giannandrea ha sido objeto de críticas internas por no haber conseguido los recursos necesarios ni haber impulsado con suficiente fuerza el desarrollo de la inteligencia artificial. Algunos empleados consideran que su enfoque conservador y su escepticismo respecto a los chatbots han frenado la innovación, mientras que otros señalan que la cultura corporativa de Apple, caracterizada por la cautela y el perfeccionismo, no se adapta al ritmo acelerado y experimental que exige la inteligencia artificial.
Las decisiones financieras también han tenido un impacto negativo. El exdirector financiero Luca Maestri adoptó una postura conservadora en la compra de unidades de procesamiento gráfico (GPU), esenciales para entrenar modelos de lenguaje de gran tamaño. Mientras competidores como Amazon y Microsoft adquirieron grandes cantidades de GPU, Apple optó por una estrategia gradual, lo que ralentizó el desarrollo de sus modelos de inteligencia artificial. “No puedes invocar más GPU mágicamente cuando los competidores ya se han quedado con todas”, comentó un miembro del equipo de inteligencia artificial a Bloomberg.
La política de privacidad de Apple también ha limitado el acceso de sus investigadores a los datos necesarios para entrenar modelos avanzados. Aunque la empresa cuenta con una base de 2.350 millones de dispositivos activos, su estricta protección de la información de los usuarios impide aprovechar plenamente ese recurso. El rastreador web Applebot permite a los sitios web excluirse fácilmente del uso de sus datos para mejorar Apple Intelligence, lo que ha obligado a la compañía a depender de conjuntos de datos licenciados y datos sintéticos. “Hay mil negativas para todo en esta área, y tienes que luchar contra la policía de la privacidad para lograr cualquier cosa”, relató una fuente interna a Bloomberg.
El fracaso del proyecto de automóvil autónomo, en el que Apple invirtió miles de millones de dólares durante una década, evidenció las limitaciones de su inteligencia artificial. La cancelación de este proyecto en 2023 llevó a la reintegración de cientos de ingenieros de inteligencia artificial en otros equipos, pero también supuso el reconocimiento de que la empresa no podía cumplir con la promesa de un vehículo completamente autónomo. Este revés pone en duda la viabilidad de futuros productos basados en inteligencia artificial, como gafas de realidad aumentada, robots y dispositivos capaces de reconocer objetos en el entorno.
En respuesta a la crisis, Apple ha reorganizado su estructura interna. En la primavera de 2024, Giannandrea perdió el control sobre el desarrollo de productos, incluyendo Siri y futuros dispositivos robóticos. Mike Rockwell, responsable del desarrollo del visor de realidad mixta Vision Pro, asumió la dirección de Siri y reporta directamente a Federighi, quien ahora supervisa la hoja de ruta de los productos de software relacionados con inteligencia artificial. Rockwell ha comenzado a reorganizar el equipo para mejorar la velocidad y comprensión del asistente de voz, con el objetivo de crear una experiencia similar al modo de voz de ChatGPT.
Mientras tanto, Apple ha intensificado sus esfuerzos para mejorar la arquitectura de Siri. Según Bloomberg, los equipos de inteligencia artificial en Zúrich trabajan en un modelo monolítico basado completamente en un motor de lenguaje de gran tamaño (LLM), conocido internamente como LLM Siri. Miles de analistas en oficinas de Texas, España e Irlanda revisan los resúmenes generados por Apple Intelligence para detectar errores y comparar los resultados con las fuentes originales, con el fin de reducir las llamadas “alucinaciones” de la inteligencia artificial.
Una actualización reciente del software permite que los iPhone contribuyan a mejorar los datos sintéticos, comparando estos con el lenguaje de los correos electrónicos de los usuarios sin utilizar información personal real.
La presión regulatoria en la Unión Europea ha obligado a Apple a modificar sus sistemas operativos para permitir que los usuarios elijan asistentes de voz de terceros como opción predeterminada, lo que podría facilitar la migración hacia productos de OpenAI, Anthropic, Meta, Alphabet y startups como DeepSeek.
Además, la empresa ha iniciado conversaciones con Google, Anthropic y OpenAI para integrar sus tecnologías en el software de Apple. Aunque Giannandrea defendió la adopción de Gemini de Google por considerarlo más confiable en términos de privacidad, la compañía optó por asociarse con OpenAI y enrutar las solicitudes que Siri no puede manejar directamente a ChatGPT.
La integración de ChatGPT en los dispositivos de Apple se concretó en diciembre, convirtiéndose en una de las pocas funciones de Apple Intelligence que funcionó según lo prometido. Las herramientas de resumen de correos electrónicos y edición de textos, aunque útiles, dependían en gran medida de la tecnología de OpenAI. Otras funciones, como los “Genmojis”, presentaron problemas de rendimiento y calidad, y algunas características avanzadas solo funcionaban gracias a la infraestructura en la nube desarrollada por el equipo de servicios en línea de Apple.
El escepticismo de Giannandrea respecto a los chatbots ha influido en la estrategia de la empresa. Según empleados citados por Bloomberg, Giannandrea sostiene que los agentes de inteligencia artificial aún están lejos de reemplazar a los humanos de manera significativa y que la mayoría de los consumidores desconfía de estas tecnologías. Esta visión explica en parte la falta de un competidor directo de ChatGPT desarrollado internamente. Sin embargo, algunos ejecutivos ahora presionan para que Siri evolucione hacia un asistente capaz de acceder a la web abierta y sintetizar información de múltiples fuentes, con el objetivo de igualar las capacidades de los chatbots más avanzados.
La dependencia de Apple de acuerdos con terceros para funciones de búsqueda y asistentes de voz también tiene implicaciones financieras. El acuerdo con Alphabet para que Google sea el motor de búsqueda predeterminado en Safari representa ingresos anuales de 20.000 millones de dólares, una cifra que podría verse amenazada por la creciente popularidad de los asistentes basados en modelos de lenguaje. La empresa también explora la posibilidad de integrar a la startup Perplexity como alternativa a ChatGPT en Siri y como proveedor de búsqueda en Safari.
Para la próxima versión de iOS, que se presentará en la WWDC 2025, Apple planea centrarse en mejorar las capacidades existentes de Apple Intelligence y añadir nuevas funciones, como un modo de gestión de batería optimizado por inteligencia artificial y un entrenador virtual de salud.
Las mejoras significativas en Siri seguirán retrasadas y no se espera que sean protagonistas en el evento. Según fuentes internas citadas por Bloomberg, la empresa también prepara una estrategia de marketing que separa la marca Apple Intelligence de Siri, reconociendo que la reputación del asistente de voz no favorece la percepción de sus avances en inteligencia artificial. Además, Apple dejará de anunciar funciones con mucha antelación, limitándose a presentarlas poco antes de su lanzamiento oficial.
El futuro de la inteligencia artificial en Apple sigue siendo incierto. Dag Kittlaus, cofundador original de Siri, expresó a Bloomberg su confianza en que la empresa aún puede liderar el sector si logra dotar al asistente de una inteligencia significativamente superior. “Todas las compañías de modelos fundacionales no tienen idea de lo que es un asistente, mientras que Apple ha estado trabajando en el concepto desde 2010”, afirmó. “Todo lo que necesitan hacer es hacer a Siri mucho, mucho más inteligente. Todavía tienen el botón, la marca y, si hacen un trasplante de cerebro a Siri, tienen todas las oportunidades para convertirse en el asistente preferido”.