Papa León XIV: “El amor es el antídoto contra los males del mundo”
Ciudad del Vaticano, 8 de junio de 2025. – Ante una multitud congregada en la Plaza de San Pedro, el papa León XIV hizo un enérgico llamado al amor como respuesta a los grandes males que aquejan al mu…
Ciudad del Vaticano, 8 de junio de 2025. – Ante una multitud congregada en la Plaza de San Pedro, el papa León XIV hizo un enérgico llamado al amor como respuesta a los grandes males que aquejan al mundo actual, desde la soledad moderna hasta las guerras y los feminicidios.
Durante la misa de Pentecostés, celebrada con motivo del Jubileo de los Movimientos, Asociaciones y Nuevas Comunidades, el pontífice estadounidense subrayó el papel transformador del Espíritu Santo como fuerza que abre fronteras y corazones.
“El amor es el antídoto contra los males del mundo: contra el egoísmo que impide establecer vínculos, contra las guerras nacidas de la lógica de la exclusión, y contra los dolorosos feminicidios”, expresó el papa León XIV en su homilía.
Frente a unos 80.000 fieles provenientes de más de 100 países, León XIV evocó palabras de sus predecesores, Benedicto XVI y Francisco, destacando la necesidad de abrir las fronteras no solo geográficas, sino también interiores.
“Es triste ver cómo, en un mundo donde abundan las oportunidades para socializar, estamos más solos que nunca. Siempre conectados, pero incapaces de establecer vínculos reales. En medio de la multitud, seguimos siendo viajeros desorientados y solitarios”, afirmó.
El papa retomó una cita de Benedicto XVI en Pentecostés de 2005, recordando que la Iglesia “debe derribar las barreras entre clases, razas y pueblos”, sin dejar a nadie excluido ni olvidado. León XIV añadió que ese proceso de apertura debe comenzar “dentro de nosotros mismos”, con la acción del Espíritu como guía.
Antes de la eucaristía, el pontífice recorrió la plaza en su papamóvil descapotable, bendiciendo a decenas de niños y saludando a los peregrinos entre vítores de “¡León, León!”. El ambiente fue festivo y emotivo, con cantos, banderas y carteles de los movimientos católicos que viajaron desde países como España, México, Brasil, Argentina, Perú y Colombia.
Este Jubileo especial refleja el impulso del pontificado de León XIV por fortalecer los vínculos comunitarios y revitalizar el papel de los movimientos laicales dentro de una Iglesia “más abierta, más fraterna y más viva”.
