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Opiniones

Faride Raful en el centro de rumores digitales: ¿libertad de expresión o violencia disfrazada?

Este suceso, más allá del morbo mediático, nos revela un problema profundo: hemos perdido la empatía y el amor por los demás. Los comentarios emitidos contra la ministra Faride Raful han dejado al des…

Redacción Telenoticias • June 11, 2025 5:13 pm
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A través de una publicación en su cuenta de Instagram, la comunicadora Ingrid Jorge reaccionó con un mensaje directo hacia la ministra de Interior y Policía, Faride Raful: “Faride, tú sabes que no es IA. Esperaré tu notificación en mi casa”, haciendo alusión a los rumores sobre un supuesto video íntimo que ha circulado recientemente en redes sociales.

Este suceso, más allá del morbo mediático, nos revela un problema profundo: hemos perdido la empatía y el amor por los demás. Los comentarios emitidos contra la ministra Faride Raful han dejado al descubierto el nivel de irrespeto al que hemos llegado como sociedad. Le faltamos el respeto a nuestras autoridades y, sin embargo, seguimos diciendo que queremos una sociedad diferente. Pero, ¿cómo vamos a lograr ese cambio si no empezamos por respetarnos entre nosotros?

Hablamos de dignidad, pero ¿qué tan indignante puede ser que desacrediten a una persona sin pruebas ni criterio, lanzando comentarios absurdos que no solo afectan su moral, sino también a su familia, sus hijos y sus seres queridos? Esto no es libertad de expresión; es una forma de violencia disfrazada de opinión.

Queremos una sociedad mejor, pero no estamos dispuestos a asumir la responsabilidad de nuestras palabras. Nos hemos acostumbrado a consumir y compartir contenido sin pensar en las consecuencias, sin considerar el daño que puede causar.

La empatía ha desaparecido de nuestra convivencia social. Hemos dejado de lado el respeto, el amor al prójimo y la comprensión. Es momento de detenernos, reflexionar y preguntarnos: ¿qué tipo de sociedad estamos construyendo? Si realmente deseamos un cambio, debemos comenzar con el respeto hacia los demás, incluso y especialmente hacia quienes están en posiciones de servicio público.

No se trata solo de proteger la imagen de una figura pública; se trata de rescatar los valores fundamentales de una sociedad sana: respeto, empatía y dignidad.