Un nuevo incendio cerca de Atenas obliga a ordenar la evacuación de tres poblaciones
Los mayoría de los alrededor de 1.200 vecinos que fueron evacuados debido al gran incendio forestal que se declaró ayer a las afueras de Atenas (Grecia) han regresado este viernes a sus casas, algunos…
Los mayoría de los alrededor de 1.200 vecinos que fueron evacuados debido al gran incendio forestal que se declaró ayer a las afueras de Atenas (Grecia) han regresado este viernes a sus casas, algunos solo para encontrarlas totalmente quemadas.
“Casi me muero de miedo”, dice a EFE Iordánis, de 85 años, que reside desde hace 30 años en la localidad de Vunúpoli, situada unos 19 kilómetros al este de Atenas, una de las afectadas por el fuego.
Aunque señala que su hogar se salvó de las llamas, cuenta que algunos de sus vecinos en este pequeño asentamiento no tuvieron la misma suerte.
“Sólo aquí al lado tres casas quedaron totalmente calcinadas”, apunta Iordánis y señala que, a pesar de que la los bomberos llegaron a la zona rápidamente, los vientos racheados dificultaron mucho las tareas de extinción y extendieron las llamas por el asentamiento.
Rapidez de los bomberos
“Soplaba muy fuerte. Imagínate que el viento era tan fuerte que me empujaba y ni siquiera podía mantenerme de pie. Vinieron (las autoridades) y me llevaron”, cuenta.
Nikos, hijo de Iordánis, que vive en la isla griega de Creta -en la que otro incendio forestal sigue sin poder ser totalmente controlado este viernes-, dice a EFE que acudió a Vunúpoli en cuanto se enteró del incendio.
“Los bomberos llegaron inmediatamente. Por eso no se expandió aún más el fuego. Mi padre quería irse con su coche. Le dijeron que ‘ni coche ni nada’ y se lo llevaron, literalmente, a cuestas, por su seguridad”, cuenta.
Entre los pinos, los coches y las casas quemadas, equipos de bomberos todavía operan dentro del asentamiento enfriando ciertas zonas de las que todavía sale humo, para que no se reaviven las llamas.
En la zona también se han desplegado equipos de mantenimiento del operador de la red eléctrica griega (DEDDHE) que trabajan para restablecer el suministro en la zona.
Alerta por el viento
El incendio se declaró este jueves a las afueras del puerto de Rafina y, atizado por los fuertes vientos, se propagó hacia el oeste, por lo que cuatro localidades, entre ella Vunúpoli, tuvieron que ser evacuadas.
Este viernes el fuego está bajo control y no hay ningún frente activo, aunque cientos de bomberos y voluntarios permanecen en la zona ya que la intensidad del viento hace que se mantenga el estado de alerta.
En el municipio de Rafina han sido calcinadas al menos cinco casas, y otras seis como mínimo en el de Spata, más al oeste, según indicaron las autoridades regionales.
Decenas de casas han sido parcialmente dañadas, mientras que también se han quemado cultivos y bosques de pino.
“Estamos doloridos. Mira todo este negro. Esto estará así por al menos dos años”, cuenta Lalas, un hombre de 45 años, que abandonó por propios medios Vunúpoli, donde ha vivido los últimos 20 años, junto con su perrito Kikí.
Según Lalas sólo en esta localidad han sido gravemente dañadas entre 6 y 7 casas.
“El fuego llegó literalmente hasta el patio de mi casa, pero felizmente llegaron los bomberos. Hicieron lo que pudieron”, dice.
Evacuados en Creta
Mientras, 230 bomberos con 49 vehículos siguen operando por tercer día consecutivo este viernes en el este de la isla griega de Creta, donde el gran incendio forestal declarado el pasado miércoles sigue sin poder ser controlado del todo.
La situación ha mejorado considerablemente pero los fuertes vientos siguen reavivando las llamas en ciertos puntos.
Unas 5.000 personas, la mayoría turistas, tuvieron que ser evacuadas, mientras que varias casas y negocios han sido quemadas.