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Bienestar Y Vida

El error más común al consumir yogur

El yogur, presente en la mesa de millones de personas en América Latina y España, es mucho más que un alimento versátil y sabroso. Según un análisis de la revista Foods y las recomendaciones de organi…

Redacción Telenoticias • July 10, 2025 12:00 pm
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El yogur, presente en la mesa de millones de personas en América Latina y España, es mucho más que un alimento versátil y sabroso.

Según un análisis de la revista Foods y las recomendaciones de organismos como el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el yogur puede ser un aliado en la prevención de enfermedades, siempre que se sigan pautas de seguridad y se desmitifiquen ciertas creencias populares.

Beneficios nutricionales y funcionales del yogur

La fecha de conservación indicadaLa fecha de conservación indicada y el frío constante son claves para no poner en riesgo el consumo (Imagen ilustrativa Infobae)

De acuerdo con la revista Foods, este alimento fermentado proporciona cantidades significativas de calcio, fósforo, potasio, vitamina A, vitamina B2 y vitamina B12.

Una porción de 245 gramos cubre aproximadamente el 40% de las necesidades diarias de calcio y fósforo, el 10% de potasio y vitamina A, el 30% de vitamina B2 y el 60% de vitamina B12 para adultos de 19 a 50 años.

“El yogur aporta algo que muy pocos alimentos aportan, y que son bacterias vivas, seguras y benéficas para nuestra microbiota intestinal y el sistema inmune asociado al intestino”, sostiene Gabriel Vinderola, investigador principal del CONICET en el Instituto de Lactología Industrial y profesor de microbiología de la Universidad Nacional del Litoral en Santa Fe, en diálogo con Infobae.

“Es por esto que las guías alimentarias más actualizadas sugieren su incorporación a partir de los 6 meses de vida, en pequeñas cantidades, en el marco de una alimentación completa y variada, de la mano de un pediatra actualizado, sin que sea reemplazo de la lactancia materna”, agrega.

Este alimento contiene proteínas de alto valor biológico y ácidos grasos como el ácido linoleico conjugado (CLA), linolénico (omega-3) y linoleico (omega-6), asociados a efectos antiinflamatorios, antiaterogénicos y de regulación metabólica.

Algunas creencias populares sobre lasAlgunas creencias populares sobre las bacterias vivas y los beneficios reales pueden ser engañosas  (Freepik)

La evidencia científica recopilada por la revista Foods vincula el consumo regular de yogur y leches fermentadas con la prevención de osteoporosisdiabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

Además, el yogur contribuye a la salud intestinal y a la modulación del sistema inmunológico, lo que lo convierte en un alimento recomendado en la mayoría de las guías dietéticas internacionales.

Recomendaciones de consumo seguro

Aunque el yogur es un alimento seguro y duradero gracias a la fermentación, su conservación y consumo requieren ciertas precauciones.

Gabriel Vinderola, investigador del CONICET comentó a Infobae, sobre este consumo.

“Según el USDA y el CDC, el yogur debe consumirse dentro de una o dos semanas desde la fecha de compra, siempre que se haya mantenido refrigerado. Más allá de este período, no se puede garantizar su inocuidad, por lo que se recomienda desecharlo. Sin embargo, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) tiene una postura diferente, y en lugar de fecha de vencimiento, habla de fecha de consumo preferente para el yogur y muchos otros alimentos”, sostiene.

Por otro lado, también comentó acerca de la posibilidad de una intoxicación alimentaria.

El riesgo de deterioro es mínimo, pero puede suceder, ya que, aunque la leche utilizada es pasteurizada, la contaminación puede ocurrir durante el procesamiento o el envasado”, explica.

“Los yogures que salen a la venta han sido chequeados de que no ocurrió nada raro en el envasado, el análisis de coliformes lleva menos de 24 h, nada sale al mercado que pudiera tener contaminaciones. El único problema puede ser un hongo ambiental que no enferman, solo producen esas colonias peludas en la superficie”, advierte en la entrevista con Infobae.

Los organismos internacionales detallan pautasLos organismos internacionales detallan pautas para evitar intoxicaciones inesperadas relacionadas con su consumo (Canva)

Los CDC advierten que los microorganismos patógenos no siempre alteran el sabor, olor o aspecto del yogur, por lo que la única forma segura de evitar enfermedades es respetar las fechas y condiciones de conservación.

Además, se aconseja almacenar el yogur en los estantes internos del refrigerador, no en la puerta, para mantener una temperatura constante.

Por otro lado, Gabriel Vinderola comentó a Infobae lo siguiente acerca de colocar este alimento en la heladera. “Ponerlo es para que no siga fermentado y sea demasiado ácido, pero no para que no se vuelva más peligroso, al estar con leche pasteurizada”.

Si se prevé que no se consumirá a tiempo, el yogur puede congelarse hasta por uno o dos meses, aunque se debe descongelar en el refrigerador y consumirlo en un plazo razonable.

“Circula una idea muy popular de qué si un yogur queda fuera de la heladera por dos horas, se debe descartar. Esto genera miedos innecesarios y desperdicio de alimentos. Si el yogur fue hecho con leche pasteurizada, esto asegura la ausencia de patógenos”, comenta el investigador.

“La refrigeración posterior tiene por objetivo frenar la fermentación por parte de las bacterias lácticas y preservar las características organolépticas. Si bien es una muy buena recomendación mantener la cadena de frío, es necesario saber a la vez que esto es para que se conserven las características organolépticas”, agrega.

Errores y mitos comunes en el consumo de yogur

Uno de los errores más frecuentes es desechar el suero, ese líquido transparente que a menudo se acumula en la superficie del yogur.

El nutricionista español, Rubén García, explicó en sus redes sociales, que si cada vez que una persona come un yogur se desperdicia este líquido transparente y tras eso se debe saber que de esa manera se está tirando proteína a la basura.

Productos etiquetados como fuentes deProductos etiquetados como fuentes de probióticos pueden no aportar cantidades significativas (Freepik)

Otro mito extendido es considerar al yogur como una fuente principal de probióticos.

Sin embargo, Gabriel Vinderola, sostuvo en una entrevista con Infobae, que el Código Alimentario Argentino es bien claro en ese sentido, ya que para tener el rótulo con probióticos, tienen que tener un mínimo de microorganismos vivos, que es muy fácil de controlar

La elección de yogures naturales, sin azúcares añadidos y con cultivos vivos declarados en la etiqueta, es fundamental para obtener los beneficios asociados a los probióticos.

“Es importante transmitir la tranquilidad de que la pérdida temporal de la cadena de frío no genera riesgos si el producto no tiene daños en su envase y la tapa está íntegra”, sostiene el investigador a Infobae.

“Por ejemplo, en Brasil salió hace poco un yogur en cuya etiqueta dice que se puede mantener 8 hs fuera de la heladera, y no es un yogur diferente a otros, sino que se aplica la más actualizada información sobre la inocuidad del yogur, esto evita miedos innecesarios, permite tomar mejores decisiones alimenticias y evita el desperdicio de alimentos”, agrega