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Bienestar Y Vida

En la mente de un pirómano: qué lleva a una persona a provocar incendios sin motivo

http://telenoticias.com.do/wp-content/uploads/voxey/post-184840.mp3 El incendio desatado en Valdecaballeros (Badajoz) parece controlado, aunque se sigue trabajando sobre el terreno por temor a que se …

Redacción Telenoticias • July 22, 2025 1:03 pm
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El incendio desatado en Valdecaballeros (Badajoz) parece controlado, aunque se sigue trabajando sobre el terreno por temor a que se reaviven las llamas. Las primeras investigaciones sugieren que podría haber sido provocado por un pirómano. Esta es la causa de fuego intencionado más llamativa, pero no la más frecuente.

Según los datos que maneja Protección Civil, en España se producen cada año una media de 17.000 incendios forestales (la mayoría de ellos menores de una hectárea), que afectan a unas 114.000 hectáreas de superficie forestal. De ellos, en torno a 80 incendios tienen consecuencias sobre la población, principalmente debido a las evacuaciones preventivas, pero también se registran fallecidos y heridos, así como cortes de vías de comunicación y servicios e infraestructuras dañadas.

El fuego puede estar originado por causas naturales (por ejemplo, un rayo), pero se calcula que hasta el 96% se deben a la acción humana. Aquí hay que incluir los accidentes, negligencias o descuidos, como arrojar colillas al suelo, el lanzamiento de fuegos artificiales o cohetes, la quema de rastrojos o las hogueras mal apagadas.

Un porcentaje importante de incendios se consideran intencionados y detrás de ellos hay motivaciones muy diversas, como la eliminación de vegetación con el fin de crear las condiciones adecuadas para los pastos de un monte; para facilitar la caza; para eliminar vegetación forestal que se considera molesta para alguna actividad agraria; por rencillas entre propietarios de terrenos colindantes; debidos al gamberrismo; con el fin de recalificar terrenos (aunque no tanto como se piensa, ya que la ley no lo suele permitir); o por la acción de personas con una enfermedad mental -la piromanía- que les impulsa a ello sin que lo puedan evitar.

Incendio

Qué es la piromanía
La piromanía es un trastorno psiquiátrico caracterizado por el impulso recurrente de provocar incendios, motiva­do por una fascinación específica hacia el fuego y los efectos que genera. Pertenece al grupo de enfermedades mentales que se consideran trastornos del control de impulsos, según los principales manuales diagnósticos, como el DSM-5. El individuo que lo padece experimenta una fuerte tensión o activación emocional antes de prender fuego, seguida por una sensación de alivio o placer después del acto.

Es importante diferenciar este diagnóstico psiquiátrico de otros actos deliberados de provocación de incendios sin motivo aparente. Por ejemplo, la curiosidad y la inclinación innata hacia la experimentación está detrás de algunos incendios provocados por niños y adolescentes que no padecen ni piromanía ni ninguna otra enfermedad mental.

Es más, ni siquiera todos los fuegos provocados por personas con algún trastorno mental pueden considerarse como actos de piromanía.

Perfil de las personas con piromanía
Las personas con piromanía suelen presentar síntomas de depresión, ideación suicida, problemas en las relaciones personales y escasa capacidad para afrontar el estrés.

Estos individuos muestran un interés anormal por el fuego, así como por los objetos y actividades relacionadas con los incendios. Sienten curiosidad, e incluso placer, al observar incendios o situaciones en las que el fuego es un elemento principal.

Por eso, no es raro que se acerquen siempre que pueden a este tipo de actividades y lleguen a trabajar como voluntarios en estaciones de bomberos o se dediquen a recopilar de forma profusa información sobre incendios.

Cuando provocan un incendio suelen actuar en solitario y a veces regresan al lugar del siniestro para contemplar la devastación causada. El fuego representa para ellos una vía para canalizar tensiones internas.

Diagnóstico y tratamiento de la piromanía
El diagnóstico de la piromanía requiere una evaluación detallada realizada por un profesional de la salud mental y se basa en la historia clínica del individuo y en la comprobación de que se cumplen los criterios diagnósticos establecidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5).

El tratamiento de este trastorno suele ser complejo y requiere el empleo de diversas estrategias psicológicas; fundamentalmente, terapia psicológica (la cognitivo-conductual es la más utilizada) y farmacológica. Aunque no hay medicamentos específicos para la piromanía, son muy útiles los fármacos que se utilizan para tratar los trastornos del control de impulsos y otros psicofármacos.