La logística química crece con nuevas tecnologías y mayor demanda de sectores estratégicos
El impulso proviene de la expansión de la industria química, la dependencia de sectores estratégicos como la agricultura y la farmacéutica, y la incorporación acelerada de tecnologías digitales en la …
El mercado global de logística química se posiciona como uno de los más dinámicos dentro de las cadenas de abastecimiento internacionales. De acuerdo con un estudio reciente, este segmento alcanzará un valor de 324 mil millones de dólares en 2030 , frente a los 245,2 mil millones estimados para 2024 , con una tasa de crecimiento anual del 4,6% .
El impulso proviene de la expansión de la industria química, la dependencia de sectores estratégicos como la agricultura y la farmacéutica, y la incorporación acelerada de tecnologías digitales en la gestión logística.
Un sector con características únicas
A diferencia de otras áreas logísticas, la química requiere mover, almacenar y distribuir productos sensibles y, en muchos casos, peligrosos , lo que convierte su gestión en un eslabón crítico no solo para la industria química, sino también para otras actividades económicas que dependen de estos insumos.
Sectores como agricultura, farmacéutica, automotriz, construcción, cosmética y bienes de consumo demandan cadenas de suministro altamente especializadas que aseguren seguridad y precisión. En el agro, la entrega puntual de fertilizantes y fitosanitarios puede definir una campaña productiva, mientras que en salud, la distribución eficiente de compuestos médicos resulta vital para sostener la producción de medicamentos.
Expansión en mercados emergentes
La urbanización e industrialización de China, India y el Sudeste Asiático refuerzan esta tendencia, ya que estas regiones se consolidan como polos de fabricación de productos químicos. El crecimiento de estos mercados exige una infraestructura logística de gran escala capaz de responder a flujos crecientes, complejos y diversificados .
Con este panorama, la logística química se proyecta como un área estratégica para la competitividad global, apoyada en innovación, tecnología y seguridad en cada etapa de la cadena de valor.
