Cuatro meses del desastre en Jet Set autoridades narran el rescate
El 8 de abril pasado quedó marcado como uno de los días más trágicos en la historia reciente de República Dominicana. La discoteca Jet Set, reconocida por ser un centro de diversión, se transformó en …
El 8 de abril pasado quedó marcado como uno de los días más trágicos en la historia reciente de República Dominicana. La discoteca Jet Set, reconocida por ser un centro de diversión, se transformó en un escenario de horror tras el colapso de su techo, que cobró la vida de 236 personas.
Desde los primeros minutos, las autoridades enfrentaron un desafío sin precedentes. El mayor general retirado Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), ofreció detalles de la intervención durante su participación en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio. Méndez recordó cómo la magnitud del desastre exigió coordinar múltiples organismos de rescate en cuestión de minutos, mientras los escombros atrapaban a cientos de personas.
“Fue un momento de caos absoluto. Cada segundo contaba”, señaló Méndez, quien explicó que debieron movilizar grúas, equipos de rescate y contactar al Cuerpo de Bomberos para atender la emergencia. La escasez inicial de ambulancias de la Dirección de Servicios de Atención a Emergencias Extrahospitalarias (DAEH) obligó a trasladar hasta tres heridos por unidad, situación que se normalizó con la llegada de más vehículos, alcanzando un total de 74 ambulancias disponibles para asistir a las víctimas.
Edwin Olivares, subdirector del COE, también participó del almuerzo y destacó que la respuesta estatal se activó como un desastre de gran escala. Según explicó, durante las primeras tres horas se desplegaron 200 hombres en la zona cero y se logró rescatar con vida a 189 personas en un periodo de 11 horas. “Nuestra preparación para el peor escenario nos permitió actuar de manera efectiva”, afirmó Olivares, subrayando la experiencia adquirida de eventos anteriores, incluidos terremotos y otras emergencias.
La tragedia no solo impactó a las víctimas y sus familias, sino que también dejó una gran lección para los organismos encargados de supervisar espacios públicos. Méndez y Olivares coincidieron en que es fundamental fortalecer los controles y protocolos para prevenir que un lugar destinado al entretenimiento se convierta nuevamente en un escenario de luto nacional.