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Opiniones

Abinader: “Son cosas que pasan”. Pero, ¿qué más debe ocurrir para que la salud mental sea prioridad nacional

El mandatario lamentó los sucesos y los calificó como “tragedias que pasan”, dejando entrever una postura que, para muchos, parece normalizar situaciones que sobrepasan el límite del dolor y la indign…

Redacción Telenoticias • August 27, 2025 4:59 pm
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Por Julissa Martínez.

El pasado lunes, durante su acostumbrada rueda de prensa semanal, el presidente de la República, Luis Abinader, se refirió a los recientes hechos trágicos que han sacudido al país. “tragedias que pasan”. El mandatario lamentó los sucesos y los calificó como “tragedias que pasan”, dejando entrever una postura que, para muchos, parece normalizar situaciones que sobrepasan el límite del dolor y la indignación social.

Abinader puntualizó que “ninguno de los cuatro tenía informes previos ni había informado previamente. Esos cuatro, específicamente, ni en el caso de la madre que supuestamente dijo ‘hasta que termine la investigación envenenó a los niños’, no tenían tampoco pasado de salud mental”.

Pero mientras seguimos registrando casos que estremecen a las familias dominicanas, nos queda una pregunta inevitable: ¿qué más tendría que pasar para que la salud mental se convierta en una prioridad real y no solo en un tema recurrente de discursos y condolencias?

No podemos seguir dejando solos a quienes enfrentan trastornos mentales ni permitir que sean ellos mismos quienes decidan cuándo y cómo medicarse, porque todos conocemos la realidad detrás de esa “autogestión”: desinformación, abandono y un sistema que falla. Necesitamos políticas públicas claras, programas efectivos de prevención, orientación para familiares y, sobre todo, centros de atención dignos y accesibles para quienes más lo necesitan.

Normalizar conductas extremas y tragedias repetitivas no es avanzar. Es caminar hacia atrás, como un autobús sin frenos bajando por una montaña. Es perpetuar un ciclo donde las alertas se escuchan, pero no se atienden.

Es cierto que hablar de salud mental se ha vuelto más común en los últimos años, pero, en nuestro país, aún se queda en palabras. Mientras destinamos recursos a sectores como el turismo o la educación que también atraviesan su propio déficit, seguimos relegando un tema que, silenciosamente, está costando vidas.

La salud mental no puede seguir siendo la gran olvidada. Cada tragedia que hoy lamentamos pudo haberse evitado con prevención, con atención oportuna, con políticas reales. No es solo un tema de estadísticas: son familias rotas, son sueños truncados, son vidas que se apagan.

Hasta que no entendamos que cuidar la salud mental es cuidar la vida, seguiremos sumando tragedias en silencio.