Soto ha pasado de un inicio lento a una potencial temporada de 30-30
Ya no es preciso decir que Juan Soto está teniendo un mal año, ni siquiera para sus propios estándares. En abril y mayo, sí, Soto estuvo bien, pero no excelente. En junio, hizo todo lo posible por rec…
Ya no es preciso decir que Juan Soto está teniendo un mal año, ni siquiera para sus propios estándares. En abril y mayo, sí, Soto estuvo bien, pero no excelente. En junio, hizo todo lo posible por recuperar el tiempo perdido; en julio, decayó un poco.
Pero en agosto, Soto ha vuelto a resurgir, llevando sus números generales a un nivel sublime. Los dos jonrones de Soto el sábado impulsaron la remontada de seis carreras de los Mets en lo que –sin culpa suya– se convirtió en una derrota de 11-8 ante los Marlins en el Citi Field. En 136 juegos, Soto lidera a los Mets en jonrones (35) y carreras anotadas (102) e, increíblemente, está empatado en el liderato del equipo en bases robadas (25). A un mes del final, tiene una posibilidad realista de una temporada de 30-30.
Lo más importante es que Soto está en su mejor momento en un momento crucial para los Mets si quieren hacer un verdadero intento por alcanzar la magia de octubre.
“Es un jugador especial”, dijo el mánager Carlos Mendoza. “Un bateador especial. Está concentrado en su juego”.
No fue solo Soto quien levantó a los Mets después de que David Peterson permitiera ocho carreras limpias, la peor marca de su carrera, en dos entradas. El relevista Chris Devenski le siguió con tres entradas en blanco para darles a los Mets la oportunidad de remontar, la cual aprovecharon. En la tercera entrada, después de que Soto recibiera base por bolas y se robara su 24ta base, Mark Vientos conectó un jonrón de tres carreras. En la cuarta, Soto conectó un jonrón solitario ante Edward Cabrera. En la sexta, conectó un jonrón de dos carreras para empatar el juego ante Cade Gibson.
En su último acto en la octava entrada, Soto se robó su 25ta base, preparando a los Mets para conseguir otro hit del empate que nunca llegó a concretarse. Se embasó sin problemas en sus cinco apariciones al plato y anotó tres veces, con dos jonrones, dos bases por bolas y un pelotazo.
“Se siente bien, pero al final, uno quiere ganar el partido”, dijo Soto. “Independientemente de si se gana o no, uno quiere ganar el partido. Así que no es tan satisfactorio perder el partido”.
Aun así, como señaló Mendoza, “mira la pizarra y los números de Soto son impresionantes”. Si bien es cierto que su porcentaje de embasamiento es el más bajo de su carrera, mientras que su promedio de bateo y su porcentaje de slugging son los segundos más bajos, sus otras estadísticas importantes están en línea o por encima de sus estándares.
Soto lleva un paso para conectar 42 jonrones, lo que establecería un récord personal. Ha anotado 102 carreras, la cuarta mayor cantidad de su carrera, y tiene posibilidades de alcanzar las 100 carreras impulsadas por cuarta vez. Es uno de los ocho jugadores de Grandes Ligas clasificados con un OPS superior a .900. Y, por supuesto, están las bases robadas; Soto no solo va camino de conseguir exactamente 30 de ellas, lo que le da una verdadera oportunidad de lograr su primera temporada de 30-30 (sin mencionar una inusual campaña de 40-30), sino que también está robando bases con más frecuencia en momentos de alta presión.