¿Qué podemos esperar del quinto discurso de Abinader ante la ONU?
Desde su primera comparecencia en 2020, Abinader fijó con claridad que la inestabilidad política, económica y social haitiana repercute directamente en nuestro territorio. Con firmeza, ha reiterado en…
Por Julissa Martínez
Las intervenciones del presidente Luis Abinader en la Asamblea General de la ONU siempre han transmitido la satisfacción de un mandatario centrado únicamente en destacar los avances de su país. En cada participación ha puesto sobre la mesa la grave crisis que atraviesa Haití y las consecuencias que esta representa para la República Dominicana como nación vecina.
Desde su primera comparecencia en 2020, Abinader fijó con claridad que la inestabilidad política, económica y social haitiana repercute directamente en nuestro territorio. Con firmeza, ha reiterado en múltiples ocasiones que la solución de esa crisis no debe recaer exclusivamente sobre los hombros dominicanos, sino que requiere la atención y la acción decidida de la comunidad internacional.
El mandatario ha dejado claro que seguirá levantando la voz cuantas veces sea necesario, porque entiende que resolver los problemas de Haití es también aliviar la enorme carga que la República Dominicana ha tenido que asumir. En este punto, muchos políticos y expertos han coincidido con él: no es justo ni sostenible que nuestro país cargue en solitario con un conflicto que traspasa fronteras.
Abinader insiste, y con razón, en que estabilizar a Haití será también un beneficio directo para la República Dominicana. Su insistencia en la ONU refleja más que una posición diplomática; muestra una preocupación real por proteger el bienestar de su pueblo frente a una problemática que amenaza con prolongarse en el tiempo si la comunidad internacional sigue mirando hacia otro lado.
La preocupación del presidente Luis Abinader ha estado tan visible en las reuniones bilaterales con los expresidentes de la República, Leonel Fernández, Hipólito Mejía y Danilo Medina, dejando en claro que las problemáticas de Haití tienen que buscársele alguna solución. Marcando su liderazgo no más allá de la política, sino más bien su función como actual presidente de un país por el cual se preocupa.