Skip to content
Bienestar Y Vida

¿Agua, café y té, todos cuentan? Beber entre siete y ocho vasos al día puede sumar años de vida y bienestar

Cada vez más personas buscan estrategias confiables para vivir más años y mejorar su bienestar. Mantenerse hidratado podría ser la clave, aunque la solución no se limita únicamente al agua: recientes …

Redacción Telenoticias • October 15, 2025 9:33 am
compartir en:
Post thumbnail

Cada vez más personas buscan estrategias confiables para vivir más años y mejorar su bienestar. Mantenerse hidratado podría ser la clave, aunque la solución no se limita únicamente al agua: recientes hallazgos científicos revelan que existe una combinación aún más efectiva.

Un amplio estudio realizado en el Reino Unido, divulgado por MiNDFOOD, señala que consumir entre siete y ocho bebidas al día, equilibrando agua, café y té, se asocia con un menor riesgo de mortalidad por cualquier causa.

En ese sentido, el National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI, NIH) señala que un estado de hidratación adecuado, medido por los niveles de sodio sérico, se asocia significativamente con una mayor longevidad y menor riesgo de enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y otros problemas de salud crónicos. Además, destaca que la hidratación óptima es un factor clave y modificable para mantener la salud a lo largo del envejecimiento.

Evidencia científica y proporción óptima

El consumo equilibrado de bebidasEl consumo equilibrado de bebidas disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, según la investigación (Imagen Ilustrativa Infobae)

En tanto, una investigación descarta la idea de que una sola bebida pueda cubrir todas las necesidades y resalta que el equilibrio entre estas tres opciones proporciona beneficios concretos para la salud. Cuidar la hidratación con variedad puede marcar la diferencia en la longevidad, transformando un hábito cotidiano en una auténtica herramienta para el bienestar.

Lejos de tratarse de una simple sugerencia, el análisis involucró a 182.000 adultos y aportó datos contundentes sobre la salud y la longevidad. El grupo de personas que mantenía una ingesta de siete u ocho bebidas diarias presentaba el menor riesgo de mortalidad en comparación con quienes consumían menos de cuatro. Específicamente, quienes alcanzaban ese rango diario experimentaban una disminución del 28% en el riesgo de fallecimiento por cualquier causa.

El estudio, publicado en el British Journal of Nutrition, también identificó que la proporción óptima para obtener estos beneficios surge al combinar café y té en una relación de 2:3, siempre manteniendo al agua como fuente principal de hidratación.

La proporción óptima de hidrataciónLa proporción óptima de hidratación incluye agua como base y una relación de 2:3 entre café y té, según el British Journal of Nutrition (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, se observó una reducción significativa en el riesgo de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer entre quienes mantenían este equilibrio. Por otro lado, la investigación aclara que ninguna de las bebidas por sí sola ofrece el mismo nivel de protección a largo plazo: es la combinación, en las cantidades adecuadas, la que resulta verdaderamente beneficiosa.

Riesgos de exceder el consumo y la importancia del agua

Los especialistas advierten que superar las nueve bebidas al día puede tener efectos contraproducentes, sobre todo si se incrementa el café o el té a expensas del agua. El exceso de cafeína, presente en ambas bebidas, tiende a favorecer la eliminación de líquidos y puede provocar deshidratación. Por eso, los expertos insisten en que el agua debe ser siempre la base de la hidratación diaria, y no debe ser desplazada completamente por otras alternativas.

El agua se mantiene como la opción más recomendable para hidratarse, mientras que el té aporta beneficios específicos, como un mejor estado de ánimo y menor incidencia de ciertas enfermedades. El café, por su parte, se asocia con una disminución en la mortalidad por algunos tipos de cáncer y enfermedades cardíacas.

Los síntomas de deshidratación incluyenLos síntomas de deshidratación incluyen fatiga, dificultad para concentrarse, dolores de cabeza y sequedad en la piel y mucosas (Freepik)

Sin embargo, ambos tienen un efecto diurético, lo cual exige una atención especial para no crear un desequilibrio en la hidrataciónEl consumo excesivo de café o té, sin suficiente agua, puede poner en riesgo la salud cardiovascular.

La hidratación cumple tareas esenciales en el organismo: regula la temperatura corporal, lubrica las articulaciones, protege la médula espinal y facilita la eliminación de desechos. Durante los meses cálidos o ante la actividad física intensa, la exigencia hídrica del cuerpo aumenta notablemente. La falta de líquidos puede derivar en fatiga, dificultad para concentrarse, dolores de cabeza, molestias digestivas, sequedad en la piel y calambres musculares.

Entre los síntomas más evidentes de deshidratación se encuentran el cansancio, alteraciones en el estado de ánimo, sequedad en labios y fosas nasales, orina oscura y sensación de sed intensa. Estas señales deben entenderse como advertencias claras de que el cuerpo necesita una reposición adecuada de líquidos.

Cómo adaptar la hidratación a cada persona

Las necesidades de hidratación varíanLas necesidades de hidratación varían según el clima, la edad, la salud y la actividad física, por lo que es clave ajustar la ingesta individualmente (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las necesidades de hidratación pueden variar en función del clima, el estado de salud, la edad y el nivel de actividad física de cada individuo.

La NHLBI advierte que, si bien el requerimiento exacto de líquidos varía con el contexto, mantener una hidratación constante es esencial para todas las etapas de la vida y la prevención de enfermedades. Además, señala que escuchar las señales del cuerpo, priorizar el agua y ajustar la ingesta a las necesidades personales puede ser tan relevante como otros hábitos recomendados para la longevidad y el bienestar.

Si bien la investigación sugiere que entre siete y ocho bebidas diarias, alternando agua, café y té, componen una pauta apropiada para la mayoría de los adultos, es fundamental escuchar al propio cuerpo y ajustar la ingesta según las circunstancias personales.

Reconocer los signos tempranos de deshidratación, priorizar el agua y mantener un equilibrio entre las distintas bebidas permite optimizar la salud y el bienestar a largo plazo. Adaptar estos hábitos de forma consciente puede convertirse en un factor clave para una vida saludable y longeva.