Santa Marta bajo el agua por tercer día tras aguacero de más de tres horas
Desde las 3:30 de la tarde, el cielo se oscureció sobre la capital del Magdalena. Lo que inició como una llovizna se transformó rápidamente en un diluvio, convirtiendo las vías del Centro Histórico en…
Redacción Telenoticias • October 21, 2025 10:54 am
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La intensa lluvia que azotó nuevamente a Santa Marta volvió a paralizar la ciudad y a poner a los habitantes en alerta. Calles anegadas, barrios afectados, colegios cerrados y una ciudad prácticamente inmovilizada resumieron una jornada que comenzó con truenos y culminó en tragedias.
Desde las 3:30 de la tarde, el cielo se oscureció sobre la capital del Magdalena. Lo que inició como una llovizna se transformó rápidamente en un diluvio, convirtiendo las vías del Centro Histórico en verdaderos ríos. En sectores como la Avenida del Ferrocarril y la calle 22, el agua cubría los andenes por completo, mientras los residentes intentaban cruzar entre corrientes que arrastraban basura y motocicletas.
“Quedé atrapada en el taxi casi una hora. No se veía nada, el agua nos llegaba a la puerta”, relató María del Carmen Hernández, comerciante del mercado público. En barrios como El Pando, María Eugenia, Pescaíto, San Fernando y Bastidas, la situación fue aún más crítica: el agua ingresó a las casas, dañando muebles y electrodomésticos, dejando a muchas familias en emergencia.
Emergencia en los barrios y colegios
Las lluvias no solo anegaron viviendas, también golpearon con fuerza a las instituciones educativas. La Secretaría de Educación Distrital confirmó afectaciones en al menos una docena de planteles, entre ellos el IED Rodrigo de Bastidas, Madre Laura, Gabriela Mistral, Megacolegio Aluna y el Quinto Centenario.
“Los muchachos tuvieron que subir al segundo piso, el agua se metió por los salones y los baños colapsaron. Fue terrible”, contó Luz Marina Palacio, docente del colegio El Carmen de Pescaíto.
Los informes preliminares hablan de techos desprendidos, cortes de energía, rebosamiento de aguas residuales y pérdida de material pedagógico. La jornada del lunes dejó en evidencia, una vez más, la fragilidad de la infraestructura educativa frente al invierno.
Alerta naranja por riesgo de ciclón
Ante la magnitud de las lluvias, la Alcaldía Distrital declaró alerta naranja y activó los comités de emergencia. El alcalde Carlos Pinedo Cuello anunció la instalación de la Sala de Crisis y pidió a la ciudadanía no acercarse a ríos ni zonas de riesgo.
Aspecto general de la calle 22 una de las principales arterias de Santa Marta. Foto:Redes sociales
“Mi gente, estamos actuando de manera preventiva. Nuestro compromiso es proteger la vida de los samarios y minimizar cualquier riesgo”, expresó en su cuenta de X.
El Ideam, por su parte, confirmó que la emergencia está asociada a la onda tropical AL98, ubicada sobre el oriente del mar Caribe, con un 50 % de probabilidad de convertirse en ciclón en las próximas 48 horas y un 80 % en los próximos siete días.
Actualmente, la ciudad mantiene tres niveles de vigilancia: alerta naranja por crecientes súbitas en los ríos que bajan de la Sierra Nevada; roja por deslizamientos en la zona rural, y amarilla por condiciones meteomarinas adversas en el litoral.
Una tragedia en la Piscina Olímpica
Pero el agua no solo dejó inundaciones: también cobró vidas. En la Piscina Olímpica, un escenario público del Distrito, murió Esteban Guardiola, un joven de 17 años del barrio Nacho Vives.
Según la Alcaldía, el muchacho ingresó de manera irregular junto a otros 29 jóvenes, aprovechando la lluvia. “El grupo intimidó al vigilante y se lanzó a las piscinas pese a estar cerradas por seguridad”, explicó el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (INRED).
Esteban, según las autoridades, intentó un salto desde una plataforma de clavados y se golpeó la cabeza al caer. Quedó inconsciente bajo el agua y no había personal paramédico en el sitio porque las actividades estaban suspendidas.
El testimonio del padre
En el barrio Nacho Vives, la versión oficial se cruza con el dolor de un padre. Eliécer Guardiola, entre lágrimas, revive el último momento que vio a su hijo con vida.
“Le advertí que no saliera, que se quedara en casa. Le dije: ‘vaya donde su abuela, pero no se meta en la calle’. Era un pelao inquieto, rebelde… y no me escuchó”, cuenta con la voz entrecortada.
Los samarios volvieron a sufrir con el fuerte aguacero de este lunes 20 de octubre. Foto:Redes sociales
Poco después, un amigo llegó con la noticia. “Me dijeron que se había metido en la piscina y que se había ahogado. Cuando llegué ya no había nada que hacer. Así son las malas horas cuando llegan”, lamenta el hombre, sentado frente a su casa anegada.
Un rayo y una vida apagada
Otra tragedia ocurrió en el sector de Manzanares. Allí murió Jorge Molina, un reconocido tramitador de tránsito. Había buscado refugio bajo un árbol mientras esperaba que escampara, pero una descarga eléctrica lo impactó.
“Se escuchó un trueno fortísimo y después un grito. Cuando salimos, ya estaba tirado junto a la moto”, relató un vecino del sector.
Molina era muy querido en la ciudad por su amabilidad y disposición para ayudar. Su muerte causó consternación en redes sociales, donde decenas de mensajes lo despidieron como “un hombre trabajador y servicial”.
Una ciudad al borde del colapso
Santa Marta vuelve a estar bajo el agua. Las imágenes de calles inundadas, casas anegadas y familias rescatando lo poco que les queda reflejan una realidad que se repite cada lluvia intensa.
Pese a los anuncios de planes preventivos, el invierno vuelve a mostrar las costuras de una ciudad vulnerable, donde cada aguacero es una amenaza y cada rayo una advertencia.
Mientras los organismos de socorro mantienen la vigilancia y el IDEAM anuncia que las lluvias continuarán, los samarios siguen alarmados temiendo una crisis aún mucho peor.