Gedeón Santos no negocia sus ideas políticas
Gedeón Santos fue invitado a la Mesa de Podcast del programa “Entre Periodistas” porque ha estado en el tren decisivo de la nación de tres maneras: política, diplomática y como servidor del Estado. Pe…

Gedeón Santos fue invitado a la Mesa de Podcast del programa “Entre Periodistas” porque ha estado en el tren decisivo de la nación de tres maneras: política, diplomática y como servidor del Estado. Pero sobre todo, porque puede resolver el enigma de la “Democracia” actual.
Tanto en su rol de director del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), como de embajador de República Dominicana en la Organización de Estados Americanos (OEA), tuvo siempre una sola palabra, aunque le costara el cargo.
Lo más evidente ocurrió en el año 2019, siendo miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y, sobre todo, visto como figura determinante del pensamiento lógico. Por tener ideas contradictorias a las deseadas, perdió su “gracia contributiva.
No es casual que hoy sostenga con tanto fervor los principios democráticos como única ruta hacia el desarrollo económico, político social de país, encaminados a satisfacer las necesidades de la población que centra sus esperanzas en los gobiernos.
De acuerdo con los pensadores franceses Alexis de Tocqueville y Chantal Mouffle, el enigma de la democracia se resuelve eliminando la tensión entre los ideales democráticos y la realidad política y social, manteniendo la confianza en el sistema, pese a la desinformación.
Dicho en palabras del analista dominicano Gedeón Santos, lo que ha pasado con la democracia, que no está muy clara en estos momentos, es que se ha transformado con el tiempo, debido a la adecuación de los regímenes políticos a las nuevas necesidades y exigencias de los votantes.
Ese sistema híbrido resultante, en el que el socialismo y el capitalismo convergen casi en igual proporción, intenta combinar la eficiencia con la redistribución estatal, creando confusión, pero sigue siendo democracia y es la mejor, consideró el exdirigente político.
Defendió, entonces, la idea de una “democracia híbrida” que combine orden y libertad, regulación y creatividad, sin caer en el “democratismo”, lo que definió como el exceso de permisividad que debilita las instituciones.
“La democracia necesita control, porque si todo se deja al azar, entran los intereses del dinero, incluso el narcotráfico, y eso corrompe el sistema desde dentro”, advirtió.
El principio y el fin
El ex embajador de la OEA y estudioso de los fenómenos políticos regionales explicó que la democracia que se consolidó en América Latina tras el fin de las dictaduras fue eficaz para garantizar libertades, pero no ha logrado cumplir la promesa del bienestar.
“No basta con poder hablar libremente si no puedes acceder a un empleo digno o comprar una casa”, afirmó, al tiempo de considerar que la frustración ciudadana proviene de una brecha cada vez más amplia entre las expectativas sociales y la capacidad de los gobiernos de cumplirlas.
Citó como elemento influyente de este panorama, la tendencia de los países latinoamericanos de querer imitar los modelos de vida de las naciones ricas sin contar con los recursos.
También la insatisfacción permanente de la clase media, que siempre aspiran a tener más bienes materiales -una casa mejor, un auto más grande, un estilo de vida más elevado-, alimentando un ciclo de frustración que los gobiernos no logran saciar.
El político interpretó esa ansiedad social como una amenaza al desarrollo político, económico y social de las naciones subdesarrolladas, con mucho potencial para crecer, pero estancada en las trivialidades y deseos que espera se cumplan en lo inmediato.
Modelo agotado
El analista alertó que todo apunta a que tanto el modelo económico como la democracia imperante en la República Dominicana, y en otros países de América Latina, Estados Unidos y Europa, están en un estado de agotamiento y debilidad que amerita urgente reestructuración.
Aseguró que, no obstante, este país no ha sido el peor, pues logró una de las economías más exitosas de América Latina en las últimas tres décadas, pasando de un producto interno bruto de 18 mil millones de dólares en 1996 a más de 30 mil millones.
Sin embargo, advirtió signos de agotamiento: “Nuestro modelo ha funcionado, pero está cansado. Si antes crecíamos al cinco por ciento, hoy apenas llegamos al dos y medio. Hay que transformarlo, no destruirlo”.
Igualmente reflexionó que las organizaciones que antes servían de puente entre la ciudadanía y el Estado han perdido esa función porque dejaron de estudiar y comprender a la sociedad.
Liderazgo político
Respecto al liderazgo lamentó que muchos quieran llegar al poder rápido, sin esfuerzo y sin prepararse, y que cuando por circunstancias a su favor lo logran generalmente no lo saben manejar, fracasan y se frustran.
Sobre los gobernantes de Latinoamérica actuales refirió que la mayoría están entrampados, al prometer bienestar rápido, como la población demanda, pero luego descubren que no tienen los medios para cumplirlo.
El ex dirigente peledeísta denomina este escenario como desfase entre deseo y posibilidad de cumplirse que erosiona la confianza pública y abre la puerta a nuevos líderes que ofrecen soluciones fáciles o mesiánicas, aunque tampoco puedan cumplirlas a cabalidad como las plantearon.
Para Gedeón Santos, el futuro dependerá de la capacidad nacional de unir lo nuevo con lo probado, de fortalecer la educación y de mantener el equilibrio entre crecimiento y equidad.
“La democracia no está muerta, pero sí está pidiendo una reforma profunda, y esa reforma empieza por nosotros aprender, pensar y actuar con responsabilidad”, concluyó.
Las obras de Gedeón
En su rendición de cuentas como embajador de RD ante la OEA (2016-2019) se destaca el sacar al país del capítulo IV-B sobre violaciones a los derechos humanos.
Mediar el conflicto de Venezuela con Estado Unidos, siendo RD foco de atención mundial y elogios de parte de la comunidad Internacional”.
Denominar un salón de la OEA con el nombre del patricio Juan Pablo Duarte, uniéndose a connotados personajes continentales.
Lograr un cambio de actitud hacia la política migratoria y de derechos humanos pasando de acusaciones de prácticas de apatridia a modelo regional en políticas migratorias.
Declaración del merengue dominicano como patrimonio cultural de Las Américas.
Gedeón Santos es periodista, catedrático universitario y conferencista nacional e internacional.
Se desempeñó como Subsecretario de Relaciones Exteriores para asuntos económicos y para asuntos administrativos durante la primera gestión del expresidente Leonel Fernández (1996-2000).
También como Diputado ante el Parlamento Centroamericano durante el Gobierno de Danilo Medina hasta el 2013 cuando fue designado director del Indotel y posteriormente embajador dominicano ante la OEA, donde permaneció hasta el año 2019.









