¿Podrían los alimentos ultraprocesados desencadenar sobrealimentación en adolescentes?
Tras dos semanas de estar sometidos a una dieta rica en alimentos ultraprocesados, las personas de finales de la adolescencia y principios de los veinte años siguieron ingiendo una cantidad excesiva d…

Tras dos semanas de estar sometidos a una dieta rica en alimentos ultraprocesados, las personas de finales de la adolescencia y principios de los veinte años siguieron ingiendo una cantidad excesiva de calorías, incluso sin hambre, según muestran nuevas investigaciones.
No ocurría lo mismo con personas de edad similar que habían sido sometidas a una dieta de dos semanas que evitaba los ultraprocesados en favor de alimentos más saludables y sin procesar.
Gran parte de la ingesta calórica excesiva entre quienes estuvieron expuestos a alimentos ultraprocesados provino de picoteos.
“Picar cuando no hay hambre es un predictor importante de un aumento de peso más tardío en los jóvenes, y parece que la exposición a alimentos ultraprocesados aumenta esta tendencia en los adolescentes”, señaló el coautor del estudio Alex DiFeliceantonio. Es profesora adjunta en el Fralin Biomedical Research Institute en Virginia Tech, Blackburn.
Como señalaron los investigadores, los alimentos ultraprocesados actualmente representan hasta el 65% de las calorías diarias de los estadounidenses de 15 a 24 años.
Los alimentos ultraprocesados se elaboran principalmente a partir de sustancias extraídas de alimentos integrales, como grasas saturadas, almidones y azúcares añadidos.
También contienen una gran variedad de aditivos para hacerlos más sabrosos, atractivos y estables en conservación. Ejemplos incluyen productos horneados envasados, cereales azucarados, productos listos para comer o listos para calentar y embutidos de charcutería.
Por otro lado, los alimentos integrales como frutas, verduras y cereales integrales no están procesados y muchos productos lácteos, por ejemplo, están mínimamente procesados.
Según el equipo de investigación, los alimentos ultraprocesados se han relacionado con el síndrome metabólico, la mala salud cardíaca y otras condiciones en los jóvenes.
¿Podría la exposición a estos alimentos ayudar a fomentar el exceso de alimentación en general?
Para averiguarlo, el equipo de DiFeliceantonio hizo que 27 personas, de entre 18 y 25 años, siguieran una de dos dietas durante un periodo de dos semanas. Publicaron sus hallazgos el 19 de noviembre en la revista Obesity.
En una dieta, el 81% de las calorías provenía de alimentos ultraprocesados, mientras que en la otra dieta no se producía calorías de alimentos ultraprocesados. Las dietas se ajustaron cuidadosamente en perfiles generales de macro y micronutrientes para una dieta típica estadounidense.
“Diseñamos estas dietas con mucho rigor para que se ajustaran a 22 características, incluyendo macronutrientes, fibra, azúcar añadida, densidad energética y también muchas vitaminas y minerales”, señaló la autora principal del estudio, Brenda Davy. “Estudios previos no habían igualado las dietas hasta este punto.”
Tras completar dos semanas con su dieta especial, los investigadores registraron los hábitos alimenticios de cada joven durante un mes de alimentación “normal”. Analizaron especialmente el consumo en un buffet de desayuno “todo lo que puedas comer”, así como en bandejas de aperitivos después del desayuno.
Para el grupo de 27 personas en conjunto, el equipo no observó grandes cambios en la cantidad de calorías que la gente ingiría tras dejar sus dietas especializadas, ni si preferían alimentos ultraprocesados.
Sin embargo, al desglosar los datos por edad, los investigadores observaron que la cohorte más joven –aquellos de 18 a 21 años– consumía más calorías en sus desayunos de buffet si acababan de terminar la dieta rica en alimentos ultraprocesados.
También picaron mucho más, aunque acababan de terminar el desayuno y no tenían hambre.
“Al tener la oportunidad de picar cuando no tenían hambre, volvieron a comer más”, dijo DiFeliceantonio, que también es profesor asistente en el Departamento de Nutrición Humana, Alimentos y Ejercicio.
No se observó ningún cambio de este tipo entre los jóvenes de 18 a 21 años que habían seguido dietas que favorecían alimentos no procesados o mínimamente procesados.
“Aunque esto fue un ensayo a corto plazo, si este aumento en la ingesta calórica persiste con el tiempo, podría provocar un aumento de peso en estos jóvenes”, dijo Davy, profesor de nutrición humana, alimentación y ejercicio en Virginia Tech.
Su equipo considera que se necesita más estudio, especialmente entre grupos más grandes de adolescentes más jóvenes y en entornos más “reales”.
También es necesario profundizar en cómo ciertos alimentos pueden estimular la sobrealimentación –estudios que involucran la actividad cerebral y ciertos biomarcadores– según los investigadores.









