La visión de la IA en periodistas jóvenes
Yadimir Crespo y Matías Mathiasen, especializados en periodismo de innovación, visualizan la IA como una herramienta de apoyo, no de reemplazo, por lo que conviven con ella de manera natural, sin guer…

Por Wendy Santana
Apenas llevan cinco años haciendo periodismo en los medios de comunicación, tiempo que han repartido entre completar sus estudios universitarios y especializarse en lo que se espera domine el mundo muy pronto: Inteligencia Artificial (IA).
Saben muy bien que quien no se prepare para trabajar con la IA, como fuente primaria de todas sus actividades, quedará fuera de competencia profesional y cada día que pase será tarde para tomar el ritmo, ya que minuto a minuto la tecnología evoluciona y hay que seguir sus pasos.
En la “Mesa de Podcast” del programa “Entre Periodistas”, los jóvenes Yadimir Crespo y Paul Mathiasen expusieron su visión sobre el nuevo fenómeno de la comunicación que, aunque ya se venía usando para otras áreas, en este momento es que llega su punto más alto.
La invitación a contar sus experiencias en este escenario les cayó como anillo al dedo, pues formando parte del equipo de investigación de periódico Listín Diario, con la responsabilidad de escribir corto, creativo, con profundidad y datos sustentables, aquí explican cómo lo harán.
Si bien están conscientes de que hay que estar con las pilas puesta con la IA, para que no les sorprendan los cambios, tampoco le temen a lo que venga. Ambos consideran que la adaptación de la prensa tradicional a la IA no es una amenaza de sustitución, sino una oportunidad de optimización los recursos técnicos para hacer buen periodismo.
La dualidad del periodismo
Tanto Crespo como Mathiasen cuentan con maestría en “Periodismo de Innovación”, por lo que para ellos no hay puente que no se pueda cruzar para encajar bien la dualidad del periodismo tradicional con las nuevas éticas tecnológicas.
Para ellos, las generaciones más tecnológicas que ejercen labores en los medios de comunicación, entiéndase centennials y millennials, se fusionan con las de experiencia de larga data y ambos aprenden de lo que dominan y les causa mayor atención.
Y aunque la tecnología cambie, los principios fundamentales del periodismo -el rol de servir y el objetivo de ayudar- permanecen inalterables, sostienen los jóvenes periodistas que saben unir el pasado, el presente y el futuro sacando lo mejor de cada ciclo.
Yadimir Crespo señaló, sin embargo, la necesidad de mejorar las condiciones salariales para los periodistas jóvenes y altamente cualificados que han invertido en maestrías y especializaciones.
En tanto que Paul Mathiasen entiende que, “la inteligencia artificial no viene a sustituirnos, sino que viene a apoyar justamente el trabajo que venimos haciendo. La IA debe ser vista como una herramienta de apoyo, no de reemplazo”.
Los retos de los contenidos
Los dos periodistas invitados a la Mesa de Podcast coincidieron en que la vocación y el carácter humano del periodismo, como parte de las humanidades, no puede ser desplazado de ninguna manera, por más que avance la tecnología y que sólo hay que adaptarse a ella.
La IA no puede meterse a capotillo -refiriéndose a la calle, la observación directa, la empatía y el contacto humano-, lo que representa el valor insustituible del periodista, fue la mística planteada por Miguel Franjul, coordinador de la mesa del debate.
Respecto al sesgo y soberanía de los contenidos aplicados con inteligencia artificial, los invitados identificaron a la IA como un “arma de doble filo” que, si bien ofrece beneficios como la optimización del tiempo y la mayor producción de historias, conlleva el riesgo de la delegación excesiva de la creatividad y la aparición de sesgos.
Estos modelos están entrenados con conocimientos limitados y pueden reflejar o amplificar ideologías, políticas o discriminación, lo que representa un serio desafío ético que las redacciones deben manejar con cautela y a través de la formación, ampliaron.
La discusión sobre la propiedad
Sobre la discusión universal de la propiedad del contenido, explicaron que las grandes plataformas tecnológicas tienen una capacidad enorme para atraer tráfico, lo que genera una preocupación creciente entre los medios tradicionales. Pero en realidad, ambos son partícipes y propietarios al mismo tiempo de lo que se ofrece. Actividad compartida.
No obstante, ante la interrogante planteada por quien suscribe esta nota – moderadora del panel- de que las grandes plataformas de IA a menudo absorben y diseminan contenido propio y exclusivo de los periódicos sin respetar los derechos de autor, disminuyendo la cuota de usuarios directos a las webs de los medios, la respuesta fue crucial: Ambos sectores tienen que coexistir y ponerse de acuerdo exigiendo cuotas de responsabilidad ética y moral y de reparto de beneficios.
De hecho, las plataformas entregan a los medios de comunicación formalizados cuotas parciales de las ganancias que genera el flujo de visitas y lectorías virtuales a las informaciones creadas por los periodistas adscritos a medios tradicionales, pero encaminadas por las grandes corporaciones creadoras de las tecnológicas. Aunque no son el precio justo
Para enfrentar este desafío, Miguel Franjul, periodista de larga data que propuso este panel, sugirió un enfoque: Construir una base robusta de contenidos propios que nadie más tenga, asegurando así que el medio mantenga su espacio y su rentabilidad dentro de la audiencia.
Periodismo como producto rentable
La joven Yadimir Crespo, especialista en innovación periodística explicó cómo su formación ha reestructurado su visión de las noticias, recordando que un medio es una empresa y que su función primordial es generar ingresos.
Por ende, añadió, las historias no solo son narrativas, sino “productos periodísticos” que deben ser bien vendidos, satisfaciendo las necesidades de la audiencia y buscando formatos más innovadores.
Sin embargo, Paul Matías fue enfático en que esta visión práctica no debe eliminar la pasión y el valor humano del periodismo. Para él, es fundamental mantener una línea humanista, enfocándose en tocar a la gente y dar voz a las poblaciones vulnerables, lo que a su vez se convierte en un producto de alto valor.
Y sobre la disputa de “quién es el dueño de la noticia”, planteado por la moderadora de la “Mesa de podcast”, se concluyó que la solución pasa por el acercamiento y la negociación entre la prensa y las empresas tecnológicas.
La Sociedad Interamericana de Prensa y la Sociedad Dominicana de Diarios ya están inmersas en conversaciones para asegurar que las plataformas paguen un precio justo por el contenido generado por los periodistas, evitando que la prensa se convierta en una mera “servidora” de los grandes emporios.
El miedo y la oportunidad
Al respecto Yadimir Crespo instó a los periodistas de larga data a superar el miedo y la vergüenza a la tecnología, y a aventurarse con el uso de la IA, destacando que su experiencia es el valor que la máquina no tiene, y que su adopción ética solo generará mayor creatividad y optimización del trabajo.
Mientras que Paul Mathiasen expresó que “el miedo a lo desconocido es totalmente natural, pero justamente estas herramientas se ofrecen de manera didáctica, como una oportunidad para probar algo nuevo, y sacar el mayor beneficio para que nos apoye como periodistas”.
“No es para que nos sustituya, porque si algo va a seguir siendo es que el periodista va a existir hasta el fin del mundo. Las herramientas tecnológicas están para apoyarnos y sobrevivir, solamente”, puntualizó.
El encuentro finalizó con un mensaje de esperanza y convivencia pacífica entre el humano y a tecnología, de parte de Miguel Franjul: “Aunque el desarrollo tecnológico augura un futuro donde incluso los robots podrían desempeñar roles periodísticos, el valor inmanente del alma humana, la emoción, el sentimiento y la capacidad de servir seguirán caracterizando y garantizando la supervivencia del periodismo profesional”.









