Cómo preparar avena para limpiar arterias y venas de forma natural
La avena ocupa un lugar destacado en la alimentación gracias a sus cualidades nutricionales y su potencial para contribuir al bienestar cardiovascular. El consumo regular de este grano integran en la …

La avena ocupa un lugar destacado en la alimentación gracias a sus cualidades nutricionales y su potencial para contribuir al bienestar cardiovascular. El consumo regular de este grano integran en la dieta ha despertado especial interés por su relación con la salud de las arterias y venas, especialmente por su capacidad para ayudar a mantenerlas libres de acumulaciones indeseadas.
Diversos especialistas en nutrición coinciden en que la avena, al integrar altas concentraciones de fibra soluble, en particular el betaglucano, puede favorecer la disminución del colesterol LDL, conocido como colesterol “malo”. La fibra soluble actúa reteniendo parte de las grasas ingeridas y promueve su eliminación a través del tránsito intestinal. Esta propiedad puede resultar beneficiosa para personas con factores de riesgo cardiovascular.
El procesamiento mínimo que recibe la avena la convierte en un alimento funcional, ya que mantiene la mayoría de sus nutrientes. Destacan su aporte de vitaminas B, minerales como el hierro, magnesio y zinc, y antioxidantes como la avenantramida. Esta última ha sido estudiada por su posible efecto para proteger el endotelio vascular y prevenir daños oxidativos en la pared arterial.

Los expertos del Instituto Nacional de Salud Pública resaltan que el consumo regular de avena, dentro de una dieta balanceada, puede contribuir a prevenir la formación de placas de ateroma, estructuras compuestas por colesterol y otros lípidos que obstruyen el flujo sanguíneo. Sostienen que “la incorporación de alimentos ricos en fibra, como la avena, se asocia a un menor riesgo de enfermedades coronarias”.
No solo aporta fibra, sino también compuestos fenólicos y saponinas, que poseen una actividad antioxidante. El metabolismo se beneficia de la acción conjunta de estos nutrientes, ya que contribuyen al control de la presión arterial y a la disminución de la inflamación en los vasos sanguíneos.
La avena puede incluirse en diferentes preparaciones y resulta accesible para la mayoría de los consumidores. Puede ingerirse cruda, remojada unas horas en agua o leche, o bien cocida. La cocción favorece la liberación de sus nutrientes, mientras que el remojo facilita su digestión.
Especialistas aconsejan evitar el uso de azúcares añadidos o productos industriales, dado que pueden contrarrestar los beneficios sobre el sistema vascular. En cambio, sugieren incorporar fruta fresca, frutos secos o semillas como acompañamiento.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja la ingesta de avena como parte de un patrón alimentario saludable, subrayando que al menos 25 gramos de fibra diarios pueden contribuir a la protección de las arterias.
Queda documentado que, sin intervenciones farmacológicas, pequeñas modificaciones en la dieta, como añadir avena diariamente, pueden tener efectos positivos sobre la circulación sanguínea y el estado general de las arterias y venas.
Receta sencilla de avena para cuidar las arterias
- 1 taza de copos de avena integrales
- 2 tazas de agua o leche descremada
- 1 manzana verde cortada en cubos
- 1 cucharadita de semillas de chía
- 1 puñado pequeño de nueces troceadas
- Canela en polvo al gusto
Método de preparación:
- Calentar el agua o leche a fuego medio.
- Cuando comience a hervir, agregar la avena y cocinar durante 5 minutos mezclando.
- Incorporar la manzana y las semillas de chía.
- Cocinar 2 minutos y retirar del fuego.
- Servir y añadir las nueces y la canela.









