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¿Sabías esto? Deshidratarse puede causar tanto hipertensión como hipotensión

La importancia del agua en la vida cotidiana se fundamenta en su papel esencial dentro del organismo humano. El agua constituye aproximadamente entre el 50% y el 70% de la masa corporal, y está presen…

Redacción Telenoticias • December 12, 2025 10:22 am
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La importancia del agua en la vida cotidiana se fundamenta en su papel esencial dentro del organismo humano. El agua constituye aproximadamente entre el 50% y el 70% de la masa corporal, y está presente en cada célula, tejido y órgano. Su papel trasciende la simple saciedad de la sed: interviene en funciones críticas como la regulación de la temperatura corporal, facilita el transporte eficiente de nutrientes y oxígeno hacia las células, y ayuda a lubricar las articulaciones para permitir el movimiento adecuado.

La eliminación de desechos por vías como la orina, el sudor o la respiración requiere de una constante reposición de líquidos. Si no se reemplaza el agua que se pierde durante el transcurso de un día, no solo pueden aparecer síntomas leves como la fatiga o el dolor de cabeza, sino que puede verse afectado el funcionamiento de sistemas vitales. El corazón, por ejemplo, depende del equilibrio hídrico para mantener el volumen de sangre y garantizar una circulación eficiente. Otros órganos y sistemas trabajan de manera coordinada gracias a la adecuada presencia de agua: los riñones requieren de una hidratación constante para filtrar el exceso de sodio y toxinas; o la sangre, formada en gran parte por agua, circula sin dificultad cuando el cuerpo mantiene un nivel óptimo de líquidos, lo que contribuye al buen funcionamiento cardiovascular.

La relación entre la ingesta de agua y la presión arterial resulta fundamental en la salud cardiovascular, según afirman los especialistas. Cuando una persona no ingiere suficiente líquido y el cuerpo experimenta un descenso en el volumen de sangre, los sistemas de compensación se activan. Se producen respuestas hormonales que alteran la elasticidad de los vasos sanguíneos y pueden modificar los valores de la presión arterial en ambas direcciones, dependiendo del estado fisiológico y el grado de déficit hídrico.

Una hidratación adecuada favorece laUna hidratación adecuada favorece la salud digestiva y previene el estreñimiento. Foto: (iStock)

Diversos estudios han encontrado una correlación entre la baja ingesta habitual de agua y la dificultad para mantener niveles saludables de presión arterial. Una investigación publicada en Cureus en 2022 reveló que los pacientes hipertensos tendían a presentar un porcentaje total de agua corporal menor que las personas con presión normal, lo que sugiere un vínculo entre hidratación y control de la tensión. De igual modo, el análisis de muestras poblacionales, como el realizado entre adultos chinos por Frontiers in Public Health, demostró que la probabilidad de desarrollar hipertensión se reducía conforme la ingesta diaria de agua aumentaba.

Desde la perspectiva clínica, el volumen sanguíneo depende en buena medida del agua disponible en el organismo. Las pérdidas excesivas por sudor, fiebre, actividad física intensa o exposición a altas temperaturas no solo pueden desencadenar un descenso de la presión, sino que en determinadas circunstancias fuerzan al organismo a emitir señales hormonales que estrechan los vasos sanguíneos. Como resultado, pueden producirse desequilibrios significativos en la presión arterial que afectan negativamente a la circulación y la función cardíaca. “Cuando te deshidratas, el volumen de sangre disminuye y esto puede causar inicialmente una caída de la presión”, explica en un artículo Ian del Conde Pozzi, cardiólogo y especialista en medicina vascular del Miami Cardiac & Vascular Institute. “Sin embargo, en un intento de compensar, el organismo libera hormonas que contraen los vasos sanguíneos y pueden hacer que la presión suba. Por eso, la deshidratación puede paradójicamente provocar tanto hipotensión como hipertensión”.

Cataluña pone fin a las restricciones de agua por la sequía implementadas durante los últimos años en más de 200 municipios, que ahora se encuentran en fase de prealerta (Europa Press)

Cantidad diaria recomendada de agua

Para establecer parámetros precisos, los organismos internacionales han fijado recomendaciones basadas en la evidencia científica. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria respalda la ingesta recomendada de entre 2 y 2,5 litros al día en adultos, dependiendo de factores individuales. Esas cifras, sin embargo, requieren adaptaciones según las características y circunstancias personales: personas físicamente activas, deportistas, habitantes de zonas cálidas o quienes atraviesan enfermedades que implican mayor pérdida de líquidos, como fiebre o diarreas, pueden necesitar aumentar su consumo diario. En fases particulares de la vida, como el embarazo y la lactancia, o en periodos de crecimiento infantil, la exigencia de agua puede incrementarse.

Los efectos positivos de una hidratación suficiente sobre la presión arterial cuentan con respaldo científico y validación por parte de entidades cardiológicas. El agua actúa favoreciendo la circulación sanguínea, contribuye a reducir la viscosidad de la sangre y facilita el trabajo cardíaco en el bombeo de oxígeno y nutrientes. Además, al mantener la elasticidad y la funcionalidad de los vasos sanguíneos, el cuerpo puede ajustarse de manera eficiente a los cambios de presión sin poner en riesgo la integridad vascular.

Una de las ventajas notables para quienes padecen hipertensión es la capacidad del agua para ayudar a los riñones en la eliminación del exceso de sodio. De este modo, a través de una hidratación adecuada, puede regularse la concentración de este mineral en el torrente sanguíneo, con el consiguiente beneficio para el equilibrio tensional. Además, la sangre fluye con mayor suavidad y el corazón necesita ejercer menos presión para impulsarla, lo que reduce la sobrecarga sobre el sistema cardiovascular.