MÉXICO (AP) — El huracán Willa se mantiene como una tormenta potencialmente catastrófica aunque se ha debilitado ligeramente y bajó a categoría 4. Este lunes por la tarde mantenía su dirección hacia la costa mexicana en el océano Pacífico con vientos de 250 kilómetros por hora (155 millas por hora), donde se preveía comenzar con las primeras evacuaciones de algunas zonas costeras a última hora del día.
Un total de 19 municipios fueron declarados en situación de “emergencia extraordinaria”, 12 del estado de Nayarit y 7 de Sinaloa, ante la llegada de Willa, informó la Secretaría de Gobernación.
La tormenta representa una amenaza para un tramo de complejos hoteleros, playas y las poblaciones pesqueras. De hecho, algunos de los hoteles comenzaron a prepararse resguardando las ventanas con cinta adhesiva y quitando de las zonas más vulnerables todo material que pudiera convertirse en un proyectil por la acción de los fuertes vientos.
Yamile Bustamante, asistente de gerencia del Crown Plaza de Mazatlán, Sinaloa, no descartaba que comenzara a evacuarse a los huéspedes a última hora del lunes aunque afirmó que estaban esperando instrucciones de las autoridades.
Se pronostica que Willa pase sobre o cerca de las islas Marías, un archipiélago ubicado a unos 90 kilómetros (60 millas) de la costa que tiene una reserva natural y una prisión federal, para el martes por la mañana, y que por la tarde o noche toque tierra en algún lugar a lo largo de una sección de 220 kilómetros (140 millas) que va desde el destino turístico de Mazatlán hasta la ciudad de San Blas.
Aunque se debilitó ligeramente la fuerza de sus vientos y se prevé que continúe esta tendencia hasta el martes por la noche, después de tocar tierra, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos advirtió que su impacto se mantenía como “extremadamente peligroso”.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, anunció vía Twitter de la instalación del Comité Nacional de Emergencias para salvaguardar a la población que pueda verse afectada tanto por el huracán como también por la tormenta tropical Vicente que se encuentra en el Pacífico.
Los gobiernos de los estados de Sinaloa y Nayarit suspendieron las clases el lunes en la región costera y comenzaron a acondicionar los albergues de emergencia antes de la llegada de la tormenta.
Mazatlán, una de las ciudades en la ruta de Willa, tiene una población de unas 500.000 personas y es un destino turístico popular que alberga a muchos expatriados estadounidenses y canadienses.
No obstante, la mayor preocupación era en la localidad de Escuinapa de Hidalgo, ubicada en el estado de Sinaloa y a unos kilómetros tierra adentro y con una población de casi 600.000 personas.
Enrique Moreno, alcalde de Escuinapa, dijo que las evacuaciones tenían previsto comenzar el lunes por la tarde y que se iniciaría sacando a unas 3.000 personas de la zona costera de Teacapán.
Moreno subrayó la importancia de que los habitantes de las zonas más vulnerables salgan del lugar. “La gente no va a querer desalojar pero es por su seguridad”, insistió ante la prensa.
Para atenderlos se han habilitado 14 albergues y se está a la espera de que llegue el ejército y la marina, así como el gobernador del estado, para coordinar acciones.
En el municipio de Mazatlán la situación no es tan crítica pero como prevención también se han habilitado ya algunos albergues, según dijo su alcalde, José Joel Boucieguez. Las autoridades estarán especialmente pendientes de la situación de una docena de colonias populares situadas en las zonas más bajas. Además, se prevé limpiar algunas zonas de manglares para permitir que el agua fluya mejor, agregó el alcalde.
Willa se ubicaba a unos 175 kilómetros (110 millas) al suroeste de Cabo Corrientes el lunes por la tarde. Se movía hacia el norte a 13 km/h (8 mph).
Sus vientos con fuerza de huracán se extendían 55 kilómetros (35 millas) de su ojo y los de tormenta tropical se alargaban hasta 205 kilómetros (125 millas).
El Centro de Huracanes indicó que es probable que Willa arroje de 15 a 30 centímetros (6 a 12 pulgadas) de lluvia en el oeste de los estados de Jalisco y Nayarit y el sur del de Sinaloa. Agregó que algunos lugares podrían recibir hasta 46 centímetros (18 pulgadas). También advirtió del peligro de las inundaciones repentinas y aludes en las zonas montañosas.
Más al sur en el océano Pacífico, la tormenta tropical Vicente se debilitó, pero se pronosticaba que provocara fuertes lluvias e inundaciones en algunas partes del sur y suroeste de México.