Aparecen municiones de Primera Guerra Mundial en playas
MANTOLOKING, Nueva Jersey, EE.UU. (AP) — Un siglo después de terminada la Primera Guerra Mundial, municiones desechadas de esa y otras guerras siguen apareciendo en playas de Estados Unidos. Mechas, minas enteras y otras municiones aparecen a raíz de proyectos de reconstrucción de playas o fuertes tormentas que los saca del fondo del mar yContinue reading “Aparecen municiones de Primera Guerra Mundial en playas”
MANTOLOKING, Nueva Jersey, EE.UU. (AP) — Un siglo después de terminada la Primera Guerra Mundial, municiones desechadas de esa y otras guerras siguen apareciendo en playas de Estados Unidos.
Mechas, minas enteras y otras municiones aparecen a raíz de proyectos de reconstrucción de playas o fuertes tormentas que los saca del fondo del mar y los empuja a la orilla.
El último descubrimiento ocurrió este mes, cuando siete granadas de la Segunda Guerra Mundial fueron halladas en la playa de Mantoloking, Nueva Jersey, donde se está llevando a cabo un proyecto para reabastecer la playa luego de los daños causados por la súper tormenta Sandy hace más de cinco años.
Muchos de los artículos fueron simplemente arrojados por la borda al final de la Primera o la Segunda Guerra Mundial; otros son producto de prácticas de blanco o simulacros militares. Han sido descubiertos en al menos 16 estados desde Nueva Jersey hasta Hawaii.
“Sorprendentemente o no, estas cosas siguen apareciendo”, dijo Niall Slowey, profesor de oceanografía en la Universidad Texas A&M, quien ha estudiado el fenómeno en profundidad. “Millones de toneladas de estas cosas” fueron arrojadas al mar.
Nadie sabe cuántas municiones siguen en el mar, en parte porque los mismos archivos militares sobre la cantidad de artículos desechados en el mar no son muy buenos. Un informe que el departamento de Defensa presentó al Congreso en el 2009 dice que más de la mitad de las municiones arrojadas al mar lo fueron en el océano Atlántico; en el Pacífico se desechó otro 35%, y se desechó cantidades menores en aguas de Hawaii, Alaska, el Golfo de México y el Caribe. Las municiones fueron arrojadas a unos ocho kilómetros (cinco millas) de la orilla, a veces en aguas de apenas 15 metros (50 pies) de profundidad.