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El Mundo

Brasil evita caos político tras derrota de Bolsonaro

En el periodo previo a las elecciones presidenciales de Brasil, muchos temían que un resultado apretado sería disputado y significaría la sentencia de muerte para la democracia más grande de América Latina.

Redacción Telenoticias • November 2, 2022 10:51 pm
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RÍO DE JANEIRO — En el periodo previo a las elecciones presidenciales de Brasil, muchos temían que un resultado apretado sería disputado y significaría la sentencia de muerte para la democracia más grande de América Latina.

Sin embargo, hasta ahora se ha evitado que se concreten los peores temores, pese a una victoria del expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva sobre el actual mandatario Jair Bolsonaro, de tendencia derechista, y las persistentes protestas de algunos simpatizantes de Bolsonaro en todo el país.

Los aliados del presidente conservador rápidamente reconocieron la victoria de Lula, las fuerzas armadas se mantuvieron en sus cuarteles y los gobernantes mundiales ofrecieron su apoyo a Lula y cortaron de tajo la idea de cualquier cosa que se pareciera a la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos.

“Todas las válvulas de escape de Bolsonaro fueron cerradas”, comentó Brian Winter, experto en Brasil desde hace tiempo y presidente del Consejo de las Américas, con sede en Nueva York. “Se le convenció desde todos los frentes para que no impugnara los resultados y quemara la casa al salir”.

Aunque Bolsonaro se ha negado ha desalentar a sus simpatizantes, que el miércoles seguían protestando en las calles, y tampoco ha querido felicitar a Lula, en general las instituciones de Brasil parecen haber resistido.

Eso deja un reto aún más preocupante: cómo le hará Lula, de 77 años de edad, para unir a un país profundamente dividido, enderezar una economía que se tambalea y cumplir las enormes expectativas desatadas por su regreso al poder.

Una cosa está clara: Si alguien puede hacerlo, es el carismático Lula, cuyas habilidades políticas son admiradas incluso por sus detractores.

“Eso es lo que necesitamos, alguien que no sólo pueda abordar la desigualdad, sino también inspirar nuestras emociones e ideas”, dijo Marcelo Neri, director del centro de políticas sociales de la Fundación Getulio Vargas y ex ministro de Asuntos Estratégicos durante el gobierno de Dilma Rousseff, elegida por Lula para que lo sucediera.

De muchas formas, el movimiento conservador que Bolsonaro ayudó a encender —si no es que el político mismo— ha salido fortalecido de la votación, señaló Winter. Sus aliados fueron elegidos gobernadores en varios estados clave y el Partido Liberal, al que pertenece, consiguió la mayoría en el Congreso, lo que reduce la capacidad de Lula para impulsar su agenda después de un malestar económico de una década de duración que ha dejado a millones de brasileños más hambrientos que cuando Lula dejó el cargo en 2010.

Además, la demografía de Brasil parece favorecer la agresiva política de identidad de Bolsonaro —la cual incluye una agenda contra la comunidad LGBTQ y hostilidad hacia los ambientalistas_, con la que se ha ganado el apodo de “Trump del trópico”.

El propio instituto de estadísticas del país prevé que el número de brasileños que se identifican como cristianos evangélicos —que según las encuestas preelectorales favorecen mayoritariamente a Bolsonaro y se inclinan hacia la derecha— superará a los católicos en una década.