Bad Bunny enciende San Juan con tributo a la cultura boricua: “No me quiero ir de aquí”
San Juan, Puerto Rico. — Con una bandera sobre los hombros, una sonrisa sincera y un Coliseo a reventar, Bad Bunny inició este viernes una histórica residencia musical en su tierra natal, bajo el títu…
San Juan, Puerto Rico. — Con una bandera sobre los hombros, una sonrisa sincera y un Coliseo a reventar, Bad Bunny inició este viernes una histórica residencia musical en su tierra natal, bajo el título “No me quiero ir de aquí”, un espectáculo cargado de identidad, nostalgia y amor por Puerto Rico.
Miles de fanáticos, en su mayoría locales, acudieron al Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot con camisetas y banderas boricuas, dispuestos a celebrar junto al artista que ha convertido la cultura puertorriqueña en un fenómeno global.
Orgullo isleño sobre el escenario
En un concierto que fue tanto una fiesta como una declaración de principios, el llamado “Conejo Malo” ofreció un repertorio que mezcló éxitos recientes con temas cargados de crítica social, memoria colectiva y resistencia cultural.
El show tuvo momentos de euforia y otros más íntimos, en los que Bad Bunny —nombre real Benito Martínez Ocasio— se detenía a mirar al público con una sonrisa de gratitud, consciente del peso emocional de volver a cantar “en casa”.
“Debí tirar más fotos”: un álbum convertido en homenaje
La presentación sirvió como carta viva de su más reciente disco, “Nadie sabe lo que va a pasar mañana”, en especial del sencillo “Debí tirar más fotos”, una canción que se ha convertido en himno entre puertorriqueños dentro y fuera de la isla. La pieza rinde homenaje a la vida cotidiana en Puerto Rico, a su gente y a los recuerdos que se desvanecen.
Más que reguetón: memoria, crítica y celebración
Durante el concierto, Bad Bunny también hizo espacio para subrayar injusticias sociales, hablar del abandono institucional y mostrar las cicatrices de un país que ha resistido huracanes, apagones, desigualdad y olvido. Pero, lejos de caer en el lamento, el espectáculo fue una reafirmación de la alegría, creatividad y dignidad de su pueblo.
Residencia solo para locales… por ahora
La residencia, exclusiva en su primera etapa para el público puertorriqueño, continuará durante varias fechas en el Coliseo. La decisión de limitar la venta de entradas inicialmente a residentes locales ha sido interpretada como un gesto de reconexión con su gente, antes de llevar el show a otras ciudades.
“No me quiero ir de aquí” no es solo el nombre del espectáculo, sino una declaración emocional. Bad Bunny, en la cima de su carrera, ha regresado al corazón del Caribe para recordarle al mundo que Puerto Rico no es moda: es raíz.
