CODUE: urge la necesidad de trabajar por la convivencia social y una cultura de paz en RD
El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) es partidario de que se debe trabajar por una mejor convivencia social entre los dominicanos, fomentando una “cultura de paz” desde el seno de la familia, así como también desde las iglesias, no importando su afiliación y juntas de vecinos, con la finalidad de contrarrestar el clima de violencia que afecta al país.
Santo Domingo. El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) es partidario de que se debe trabajar por una mejor convivencia social entre los dominicanos, fomentando una “cultura de paz” desde el seno de la familia, así como también desde las iglesias, no importando su afiliación y juntas de vecinos, con la finalidad de contrarrestar el clima de violencia que afecta al país.
El pastor Feliciano Lacen Custodio, representante de la entidad, sostuvo que el abordaje de la seguridad ciudadana en República Dominicana no se diferencia mucho del que se hace en el resto de la región Centroamericana y del Caribe: un abordaje punitivo hacia todo lo relacionado con crimen, homicidios y seguridad.
El representante de la entidad hizo un llamado a las iglesias, de diversas confesiones de fe, a realizar jornadas de oración y espacios de predicación del evangelio en favor de la nación; a los medios de comunicación, clubes culturales y deportivos a promover mensajes que llamen a la paz, el entendimiento y la convivencia entre todos los dominicanos.
“La mayor parte de las políticas públicas relacionadas con la seguridad ciudadana se han enfocado en atacar las consecuencias y no la raíz del problema. Es difícil entender que las principales causantes de muertes violentas en el país son las riñas y las rencillas, para las cuales aún no se haya diseñado una política pública nacional multisectorial que trabaje junto a la población para buscar una solución a esto”, añadió.
El presidente del CODUE, sostuvo que debe ponerse atención en educar a los ciudadanos en el manejo de conflictos, tener el acceso a sistemas gratuitos y accesibles de mediación comunitaria, poder lograr una justicia restaurativa y controlar mejor la posesión de armas. Está abierta la oportunidad de planificar y accionar desde una política pública en seguridad ciudadana diferente a la que se ha estado trabajando en las últimas décadas.