JERUSALÉN — Israel intensificó el martes su ofensiva en la Franja de Gaza, derrumbando un edificio que era utilizado por el grupo islamista Hamas y matando a por lo menos tres combatientes en sus escondites mientras cohetes palestinos caían incesantemente en algunas partes de Israel.
Los ataques del martes fueron los más intensos entre ambas partes desde 2014, sin muestras de tregua a la vista.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, prometió expandir la ofensiva, mientras que los combatientes de Gaza lanzaron una andanada de cohetes que encendieron las sirenas de ataques aéreos y provocaron explosiones en la zona metropolitana de Tel Aviv, una región densamente poblada.
En Israel, tres mujeres murieron a causa de las ataques con cohetes, y decenas de personas resultaron heridas. El número de fallecimientos en Gaza aumentó a 35 palestinos, entre ellos 10 niños, según el Ministerio de Salud. Más de 200 personas resultaron lesionadas.
En otra muestra del descontento generalizado, estallaron protestas en varias comunidades árabes en todo Israel, en las que manifestantes quemaron decenas de vehículos durante sus confrontaciones con la policía.
Los combates entre Israel y Hamas fueron los más intensos desde la guerra de 50 días a mediados de 2014. En poco más de 24 horas, la actual ola de violencia —a causa de las tensiones religiosas en la disputada ciudad de Jerusalén— evocó fuertemente aquel devastador conflicto.
Durante toda la jornada se pudo escuchar en Gaza el estallido de los ataques aéreos israelíes y el siseo de los cohetes, mientras se elevaban columnas de humo de los lugares de impacto. Israel reanudó su campaña de bombardeos para matar combatientes y comenzó a derribar edificios enteros, una táctica que le valió fuertes críticas internacionales en 2014.
En Israel, los cohetes dejaban estelas de humo blanco a su paso, mientras se escuchaba el estallido de las baterías antiaéreas. Las sirenas sonaron durante todo el día, alertando a atemorizados residentes para que buscaran refugio.
En un discurso televisado a nivel nacional, Netanyahu dijo que Hamas y la Yihad Islámica “han pagado, y permítanme decirles, pagarán un alto precio por sus agresiones”.