Las enfermedades renales crónicas van a un ritmo que, si continúa así, se convertirán en la segunda causa de muerte en España en pocos años por detrás del alzhéimer. Dados los excesos de las vacaciones estivales, la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), ofrece una serie de recomendaciones para cuidar de los riñones.
A medida que la función de los riñones disminuye, el riesgo de desarrollar una enfermedad vascular aumenta, de manera que la causa más frecuente de mortalidad en los pacientes renales son los problemas cardiovasculares, que en verano corren el riesgo de potenciarse por los malos hábitos.
Por ello, los nefrólogos insisten en reducir la ingesta de alcohol o la deshidratación ya que suponen importantes enemigos para la salud renal.
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El riesgo: las enfermedades renales crónicas
La S.E.N. insiste en sensibilizar y cultivar buenos hábitos en verano para prevenir enfermedades renales crónicas (ERC) que muchas veces terminan en un tratamiento de diálisis o trasplante.
Esta enfermedad, desconocida entre la mayoría de la población, afecta a unos 7 millones de personas y conlleva que los riñones dejen de funcionar, lo que tiene un gran impacto en la salud y calidad de vida de las personas que la padecen.
De hecho, el número de personas en diálisis o trasplante ha aumentado más de un 30 % en la última década en España.
Los excesos veraniegos
Durante el estío es bastante habitual descuidar la dieta, pues se consumen más ultraprocesados y se tiende a abusar de la sal y las bebidas azucaradas (refrescos o zumos no naturales).
También es frecuente la deshidratación dado el aumento de las temperaturas y se tiende a confundir descanso con inactividad.
Estos malos hábitos, según los nefrólogos, suponen una serie de riesgos para los riñones que incrementan en verano.
Una buena prevención
El objetivo de estas recomendaciones es potenciar la prevención en la salud renal y general desde las edades más tempranas impulsando buenos hábitos. De este modo se pueden anticipar los problemas en los que puedan derivar los malos hábitos.
La presencia de factores de riesgo cardiovascular y el desarrollo de daño vascular también suponen un grave problema que triplica el riesgo de enfermedad renal.
Los malos hábitos que describen los especialistas no resultan solo perjudiciales para los riñones, sino también para otros órganos como el corazón.
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10 consejos para cuidar de los riñones
La S.E.N. propone aprovechar el descanso y la mayor disponibilidad de tiempo en verano para planificar mejor las comidas y llevar una dieta más sana y baja en sal, con productos más naturales y menos aditivos, sin renunciar al ejercicio.
1. Hidratación
En verano se pierde mucho líquido por la sudoración que luego hay que recuperar, y la sed sólo se quita con agua. Por ello, los especialistas insisten en mantener este hábito especialmente ante las altas temperaturas.
2. Buena alimentación
Los alimentos ultraprocesados resultan dañinos por su alta carga de aditivos (sodio, potasio, azúcares o fosfato).
Suponen una sobrecarga para los riñones e intoxican el organismo, por lo que es mejor optar por alimentos de origen natural o buenos procesados (que no lleven aditivos).
3. Evita el tabaco
El tabaquismo no se debe combatir solo en verano, sino siempre. Que las vacaciones no estropeen los logros del resto del año.
4. Buena planificación
El tiempo libre que ofrecen las vacaciones es una buena oportunidad para planificar mejor las comidas y comer más sano.
Por ello, los nefrólogos recomiendan el consumo de frutas y verduras combinadas en las principales comidas con pan, pastas y arroces.
5. Come más pescado que carne
Alternar las proteínas del pescado blanco o azul con huevos y legumbres resulta más beneficioso que el consumo de carne a corto y largo plazo.
6. La sal
Vigila la ingesta de sal, sobre todo si sales a comer a la calle.
7. AOVE
El aceite de oliva virgen extra es uno de los alimentos claves de la dieta mediterránea. Aprovecha la variedad de comidas que se pueden complementar con este “oro líquido”, especialmente las ensaladas que tan bien entran en verano.
8. Ejercicio físico
Descansar no es sólo tumbarse al sol. El ejercicio es compatible con el descanso y te ayudará a sentirte e incluso descansar mejor.
9. Los paseos
Aprovecha las vacaciones para andar una hora diaria y a buen ritmo, pues es un ejercicio sencillo y accesible que ayuda a combatir el sedentarismo.
10. Cuidado con las dietas
Es sano evitar el sobrepeso, y si quieres aprovechar el verano para adelgazar, adelante, pero no olvides llevar una dieta sana y equilibrada combinada con ejercicio físico y momentos de descanso.
Los nefrólogos recuerdan que hay que tener cautela con los suplementos dietéticos y sólo se han de consumir bajo indicación de un profesional sanitario para contribuir al cuidado de los riñones en verano.
Fuente: Agencia EFE.