El Gobierno de Cuba calificó este sábado de exitosa la cumbre del Grupo de los 77 y China, celebrada desde el viernes en La Habana, y aseguró que ha sido una «plataforma para el logro de los objetivos de desarrollo sostenible» y un «estímulo para la ampliación de la cooperación Sur-Sur».
El director de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional de la Cancillería cubana, Rodolfo Benítez, aseguró en una rueda de prensa al término de la cumbre que la cita ha sido «muy productiva», con «resultados sumamente positivos».
Los 134 miembros del grupo criticaron la «injusta» estructura financiera internacional, las sanciones contra algunos de sus países y «dejaron muy claro que no se van a quedar de brazos cruzados ante esta injusta situación» que limita sus posibilidades de desarrollo.
Benítez calificó el evento como «necesario, impostergable y muy productivo», a pesar de haberse realizado en medio de las «serias limitaciones financieras por las que atraviesa Cuba» debido a las sanciones de EEUU.
Según los organizadores, en la cumbre participaron 1.300 personas de 116 países y 12 entidades multilaterales, entre ellas 31 jefes de Estado y decenas de ministros, además de más de 500 periodistas.
La cumbre del G77+China de La Habana finaliza este sábado y ha congregado a presidentes como el argentino Alberto Fernández y el venezolano Nicolás Maduro, además del secretario general de la ONU, António Guterres.
El evento representó, según muchos expertos, un éxito diplomático para La Habana, pero también un enorme reto logístico y económico para la isla, que se encuentra en medio de una profunda crisis multidimensional.
El G77+China es el mayor grupo de diálogo y concertación dentro de Naciones Unidas. Actualmente lo integran 134 miembros, principalmente de América Latina, África, Oriente Medio y Asia.