Un equipo de arqueólogos descubrió en Escocia (Reino Unido) una huella dactilar impresa en un pedazo de cerámica de 5.000 años de antigüedad recuperada del Anillo de Brodgar, un monumento ubicado en el Corazón Neolítico de las islas Orcadas, patrimonio cultural de la Unesco desde 1999.
La antigua marca, que se sospecha quedó impresa en el barro mientras el maestro alfarero moldeaba la vasija, fue detectada por el especialista Roy Towers mientras analizaba una larga muestra de material cerámico neolítico desenterrada en 2006, informó la administración del sitio a través de un comunicado.
Para confirmar su hallazgo, los investigadores recurrieron a una técnica denominada imagen por transformación de la reflectancia, con la cual, por medio de un programa informático, combinaron varias fotografías captadas con diferente iluminación, creando un modelo muy pormenorizado del objeto que revela detalles no siempre visibles a simple vista.