BOISE, Idaho, EE.UU. — Estados Unidos se está acercando a un récord en el número de nuevos casos diarios de coronavirus, señal del fuerte azote de la enfermedad en la nación, en la que estados desde Connecticut hasta los de las Montañas Rocosas se han visto muy afectados.
El impacto se deja sentir en cada parte del país: en la cuarentena que comenzó el viernes en la reserva de la tribu Ogala Sioux en Dakota del Sur; en el exhorto de un funcionario de salud de Florida para suspender las fiestas de cumpleaños de niños; en las advertencias alarmantes del gobernador de Utah, y en la situación cada vez más desesperada en un hospital del norte de Idaho, que se está quedando sin espacio para pacientes y ponderando enviarlos por helicóptero a Seattle o Portland, en Oregon.
“Esencialmente, hemos cerrado todo un piso del hospital. Hemos tenido que duplicar la capacidad de las habitaciones. Hemos comprado más camas de hospital”, dijo el doctor Robert Scoggins, un neumólogo del hospital Kootenai Health en Coeur d’Alene. “Nuestro hospital no está preparado para una pandemia”.
En la ciudad de Twin Falls en el sur de Idaho, el Centro Médico St. Luke’s Magic Valley indicó que ya no aceptará niños porque está abrumado con los pacientes de coronavirus. Salvo los recién nacidos, todos los menores de 18 años serán enviados a Boise, a 206 kilómetros (128 millas) de distancia.
Entre quienes participaron junto a Scoggings en una reunión del Distrito de Salud del Panhandle de Idaho estuvo el concejal Walk Kirby.
“La gente se está muriendo, va a seguir muriéndose y contagiándose”, dijo Kirby. “¿Cuántas personas no usan mascarilla? Las mismas personas que no se van a vacunar”.
El gobernador de Utah Gary Herbert declaró que el viernes era “un día récord para Utah, pero no uno bueno”, debido a que los casos de COVID-19 alcanzaron el nivel más alto registrado en el estado.
“Hasta ahora, nuestros hospitales han podido proporcionar buena atención a todos los pacientes enfermos de COVID y a los que no tienen COVID que lo requieren”, manifestó. “Pero hoy estamos al borde del precipicio. Si los habitantes de Utah no toman medidas serias para limitar las reuniones grupales y usar mascarillas, nuestros proveedores de servicios de salud no tendrán la capacidad de proporcionar atención de calidad a todo el que la necesite”.
Por orden de salud pública, se requiere el uso de mascarillas en 21 condados, dijo Herbert, que exhortó a los residentes del estado a portar una siempre que estén cerca de alguien distinto a los que cohabitan con ellos.
El promedio para siete días de nuevas infecciones con coronavirus en Estados Unidos superó 61.140 el jueves, comparado con 44.647 hace dos semanas. El récord fue alcanzado el 22 de julio, cuando el promedio variable fue de 67.293 en medio de un brote veraniego impulsado mayormente por aumentos de las infecciones en Florida, Texas, Arizona y California.
Estados Unidos registró 71.671 nuevos casos confirmados el jueves, y varios estados fijaron récords en el centro y el occidente del país.
El aumento en Estados Unidos es similar a un alza en Europa, donde Roma, París y otras ciudades grandes están restringiendo las actividades nocturnas como parte de medidas cada vez más drásticas para contener la pandemia. Las autoridades francesas dijeron que el país había registrado más de un millón de casos confirmados de coronavirus desde que se detectó al primer infectado allí, convirtiéndose en el segundo país de Europa occidental en llegar a esa cifra.
El director general de la Organización Mundial de Salud Tedros Adhanom Ghebreyesus advirtió que los países del Hemisferio Norte están en una “coyuntura crítica” ante el incremento de casos y muertes.
“Los próximos meses van a ser muy difíciles, y algunos países están en un sendero peligroso”, dijo Tedros en una rueda de prensa el viernes.