El avance científico que marca una nueva era en salud reproductiva y la maduración in vitro de óvulos
La fertilización in vitro (FIV) y la congelación de óvulos son, desde hace décadas, opciones esperanzadoras para parejas y mujeres que desean preservar su fertilidad. Sin embargo, en general los trata…
La fertilización in vitro (FIV) y la congelación de óvulos son, desde hace décadas, opciones esperanzadoras para parejas y mujeres que desean preservar su fertilidad. Sin embargo, en general los tratamientos son prolongados, exigentes para el cuerpo de la mujer y pueden ser emocionalmente difíciles debido las múltiples inyecciones hormonales y a los extensos periodos de estimulación ovárica requeridos.
Los avances que vemos hoy en fertilización asistida son el resultado de una convergencia científica global. La clave de esta innovación radica en cómo las mentes brillantes de la biotecnología llevan los nuevos conocimientos fruto de la investigación científica a la práctica clínica, transformando la medicina reproductiva que conocemos hoy.
“La maduración in vitro de los óvulos es un proceso conocido en la medicina reproductiva, pero lo que estamos viendo ahora es una innovación de alto impacto que ha llegado Argentina”, explicó en diálogo con Infobae la reconocida médica especialista en medicina reproductiva Stella Lancuba, directora médica del Centro de Investigaciones de Medicina Reproductiva (CIMER) y expresidenta de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva.
“Vamos a iniciar en los próximos días la implementación de una prueba piloto del protocolo MiniStim, que es muy innovador, porque conecta algo que ya sabíamos, la maduración extracorpórea del óvulo, es decir fuera del cuerpo humano, con un desarrollo completamente nuevo y revolucionario”, señaló la especialista, quien cuenta con más de cuatro décadas dedicadas a la práctica clínica y la investigación en salud reproductiva y es referente en la región. Recibida en la UBA con diploma de Honor Doctora en Medicina, completo su tesis doctoral en Tocoginecologia.
La novedad, detalló entusiasmada, radica en la incorporación de células madre: “El desarrollo de bioingeniería aplicado aquí utiliza células madre derivadas de células madre pluripotentes inducidas (hiPSCs, por sus siglas en inglés). A partir de estas, se genera un derivado que luego se utiliza en este tratamiento”.
De esta manera, el procedimiento realizado con Fertilo, que es un desarrollo de la biotecnología Gameto, cofundada por Dina Radenkovic y Martin Varsavsky, permite madurar los óvulos en el laboratorio, es decir fuera del útero, con más eficiencia, lo que redunda, según Lancuba, en mayor tasa de nacimientos.
Así, la solución celular utilizada para la maduración in vitro de los óvulos permite una mayor flexibilidad y control sobre el tratamiento,
Como destaca la especialista en salud reproductiva, el desarrollo de este nuevo protocolo es una confluencia de ciencia y biotecnología, una sinergia que se traduce en un avance global gracias a la colaboración científica internacional en la búsqueda de innovación.
“Es el resultado de investigaciones colaborativas que involucran instituciones académicas de renombre, como la Universidad de Harvard, y diversos centros de investigación de alto nivel. Es un ejemplo claro de cómo la ciencia y la biotecnología están cambiando la fertilización asistida en la actualidad”.
La especialista explicó que en mujeres menores de 35 años, los tratamientos de fertilización alcanzan, en general, tasas de embarazo cercanas al 40% por ciclo, pero esta efectividad disminuye con la edad materna.
Para compensar esa baja, se recurre a estudios genéticos que permiten seleccionar los mejores embriones, lo cual requiere una alta producción de óvulos y una estimulación hormonal más agresiva.
Con este nuevo protocolo, al recolectar óvulos inmaduros antes y completar su maduración fuera del cuerpo, lo que se logra -explicó Lancuba – es reducir la estimulación hormonal, minimizar el impacto físico y emocional, y mantener “las mismas probabilidades de éxito clínico, especialmente al aplicar estudios genéticos para seleccionar los mejores embriones en mujeres con baja respuesta o edad avanzada”.
La recolección temprana de óvulos
Como publicó Infobae en una nota reciente, la nueva técnica, presentada por la empresa de biotecnología Gameto, cofundada por Dina Radenkovic y Martin Varsavsky, es un procedimiento más eficaz, cómodo y menos invasivo que la FIV tradicional.
El avance principal de esta innovación radica en la recolección temprana de óvulos en su estado inmaduro. Estos luego son madurados en laboratorio gracias a la solución celular basada en células madre, diseñada para imitar el entorno natural del ovario.
Esto sustituye el largo proceso de estimulación hormonal, que tradicionalmente dura entre 10 y 14 días, a solo uno a tres días, lo que deriva nada en una reducción del 80% en las inyecciones hormonales requeridas.
Lancuba no tiene dudas de que este avance marca el comienzo de una nueva era en la medicina reproductiva. “Estamos frente a un cambio significativo en cómo abordar la fertilización asistida”, afirmó convencida.
Con una mirada puesta en el futuro, la experta en medicina reproductiva se siente optimista sobre el impacto en el futuro. “Este es un momento clave para la fertilización asistida. Con cada avance que conseguimos, abrimos nuevas puertas para pacientes que antes no podían acceder a tratamientos efectivos. Y lo mejor es que lo estamos logrando con un enfoque más humano, menos invasivo y mucho más respetuoso con el cuerpo de la mujer”.
Los pilares de la innovación en medicina reproductiva
“La maduración in vitro de los óvulos tiene dos pilares fundamentales que sustentan esta innovación”, destaca la doctora Lancuba. “El primer pilar, y más importante, es el uso de células madre para mejorar la maduración de los óvulos en el laboratorio. Esto permite lograr una maduración mucho más eficiente y con mayores tasas de éxito, un avance en comparación con las técnicas anteriores”.
El segundo pilar es, en la mirada de Lancuba, un nuevo protocolo de fertilización asistida menos invasivo, más efectivo y optimizado: “El protocolo MiniStim desarrollado por Gameto es el otro gran avance, al permitir una estimulación mucho más corta y menos invasiva para la mujer, mejora la tolerancia al tratamiento”.
Según la experiencia clínica de la doctora Lancuba, uno de los principales motivos por los que las mujeres abandonan el tratamiento es la dificultad para administrar los fármacos y los efectos adversos que estos producen.
Sin embargo, con la nueva técnica “se eliminan estos efectos secundarios, reduciendo tanto el tiempo como la cantidad de hormonas necesarias. Esto hace que el proceso sea mucho más manejable y cómodo”.
Lancuba agregó que este enfoque tiene el potencial de reemplazar a los tratamientos convencionales: “Veo un futuro en el que estos protocolos simplificados se convierten en la norma, ya que logran mayor efectividad clínica con mucho menos impacto físico y emocional para las pacientes”.
Esto se debe a que el protocolo no solo aligera la carga física de los tratamientos tradicionales, que frecuentemente causan efectos secundarios y estrés emocional, sino que, como contaron los especialistas de Gameto a Infobae, también representa un alivio importante para pacientes con síndrome de ovario poliquístico o aquellas con respuestas limitadas a las terapias hormonales convencionales. Asimismo, es una opción para parejas del mismo sexo que requieren fertilización asistida y para mujeres interesadas en preservar su fertilidad mediante la congelación de óvulos.
La implementación de esta técnica ya está brindando resultados en clínicas de fertilidad en Argentina, Perú y Australia. Este procedimiento aporta una mayor certeza en los resultados y mejora la accesibilidad a los tratamientos, beneficiando a quienes anteriormente no eran candidatos viables para las opciones convencionales.
Este nuevo protocolo está respaldado por rigurosas pruebas preclínicas y protocolos de seguridad. La introducción de la solución tecnológica basada en células madre permite un control más certero sobre la maduración de los óvulos en el laboratorio, replicando las condiciones naturales del ovario y reduciendo posibles riesgos.
A medida que esta técnica sigue expandiéndose, las expectativas apuntan a su disponibilidad global en los próximos años, ofreciendo soluciones más rápidas, seguras y efectivas para una diversidad creciente de pacientes que desean construir una familia o preservar su fertilidad.