¿El jugo de naranja es tan saludable? Nuevo estudio cuestiona sus efectos en el cuerpo
Un hábito tan cotidiano como tomar jugo de naranja en las mañanas podría estar generando efectos inesperados en el organismo.

Un hábito tan cotidiano como tomar jugo de naranja en las mañanas podría estar generando efectos inesperados en el organismo.
Un reciente estudio publicado en la revista Molecular Nutrition & Food Research reveló que el consumo diario de este popular zumo puede modificar la actividad de genes vinculados con la inflamación, la salud cardíaca y el metabolismo.
En la investigación, 20 adultos sanos bebieron aproximadamente dos tazas de jugo de naranja 100% durante dos meses. Posteriormente, científicos de universidades de Brasil y Estados Unidos analizaron muestras de sus células inmunitarias y detectaron cambios en más de 1,700 genes, especialmente aquellos relacionados con la presión arterial y el uso de grasas por parte del cuerpo.
Estos hallazgos abren la puerta a nuevas preguntas sobre el impacto real de los alimentos cotidianos en nuestra salud.

El equipo de investigadores encontró cambios amplios en la actividad génica tras la ingesta regular de zumo de naranja.
Muchos de estos cambios apuntaban a una reducción de la inflamación o a una mejor función vascular sanguínea. Pero el tipo de cambios variaba según el peso corporal de cada persona.
Las personas con peso normal tendían a mostrar cambios en los genes relacionados con la inflamación, mientras que las que tenían sobrepeso mostraron más cambios en el metabolismo de las grasas y el uso de energía.
Los investigadores afirman que estos efectos pueden estar impulsados por los flavonoides, compuestos naturales de plantas presentes en cítricos, bayas, té y cacao. Los flavonoides actúan como antioxidantes y los estudios han sugerido que podrían ayudar a proteger el corazón, señalaron los investigadores.

El estudio “refuerza el potencial terapéutico del zumo de zuo al proporcionar importantes y sin precedentes conocimientos sobre los mecanismos moleculares detrás de los efectos del consumo crónico de zuo de laranja”, escribieron los investigadores.
Los investigadores también señalaron que los hallazgos “pueden influir en la respuesta molecular a los compuestos bioactivos del zumo de naranja y proporcionar información para recomendaciones personalizadas sobre el consumo de alimentos ricos en flavonoides.”
Aun así, los investigadores enfatizaron que se trataba de un estudio muy pequeño y no incluía una bebida comparativa, lo que significa que no puede demostrar que el zumo de naranja por sí solo causara estos cambios.
Se necesitarán estudios más amplios para confirmar los resultados y determinar si estos desplazamientos moleculares conducen a beneficios reales.
La dietista registrada de Nueva York Nicolette Pace, que no participó en el estudio, dijo a Fox News que “el zumo de naranja no es un elixir, es un ejemplo profundamente estudiado.”
Añadió que el estudio “abre la puerta a posibilidades increíbles sobre cómo la nutrición individualizada puede funcionar realmente.”
Pace dijo que el zumo de naranja puede encajar en una dieta saludable en cantidades pequeñas o moderadas y que “en cantidades normales, el contenido de azúcar no anula los beneficios.”
El proyecto fue financiado por la Fundación de Investigación de São Paulo, el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico de Brasil, el Centro de Investigación Alimentaria y el Instituto Nacional de Alimentación y Agricultura del Departamento de Agricultura de EE.UU.








