El matrimonio infantil sigue golpeando a las niñas nigerianas
El matrimonio infantil continúa siendo un problema social en Nigeria, donde al menos 11 de sus 36 estados aún no han adoptado la ley de protección de la infancia del país según datos oficiales, denunció hoy Human Rights Watch (HRW).
Nigeria (EFE).– El matrimonio infantil continúa siendo un problema social en Nigeria, donde al menos 11 de sus 36 estados aún no han adoptado la ley de protección de la infancia del país según datos oficiales, denunció hoy Human Rights Watch (HRW).
«Es preocupante que, casi dos décadas después de que la Ley de Derechos del Niño (2003) se aprobara, las niñas nigerianas sigan siendo obligadas a contraer matrimonio infantil», dijo hoy a través de un comunicado Mausi Segun, directora para África de la organización.
Ni la Constitución nigeriana ni la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño (ACRWC, por sus siglas en inglés) -adoptada por la Unión Africana en 1990- permiten esta práctica, al establecer la mayoría de edad a los 18 años.
Sin embargo, advierte HRW, un artículo de la Constitución se contradice con estos principios, al definir a cualquier mujer casada como mayor de edad, sin tener en cuenta cuántos años tiene al contraer matrimonio.
Durante el pasado mes de agosto, HRW entrevistó a distancia a 16 niñas casadas entre las edades de 14 y 19 años, además de representantes de ocho organizaciones de la sociedad civil que luchan contra esta práctica, en los estados de Imo, de mayoría de la etnia igbo y en el sur cristiano, y Kano, en el norte predominantemente musulmán.
Aunque Imo fue uno de los primeros estados del país en adoptar la ley en cuestión, en 2004, su implementación sigue siendo un problema y muchas familias fuerzan a sus hijas a casarse contra su voluntad si experimentan un embarazado no deseado.
Kano, por otro lado -donde rige la sharía (ley musulmana)- cuenta con una de las cifras de matrimonio infantil más altas del país y no votó para adoptar la Ley de Protección del Niño hasta el pasado mes de febrero, si bien aún no ha sido implementada.
Algunas de estas niñas trataron incluso de escapar más de una vez de sus matrimonios, pero fueron devueltas por sus propias familias.
«Cuando los padres no pueden educar a la niña, piensan que la mejor alternativa es buscar a alguien que pueda pagar sus gastos», según Juliet Nwobodo, extrabajadora de una organización feminista del estado norteño.
Aunque las familias quieran mejorar su situación económica casando a sus hijas, según las entrevistadas por HRW, el resultado acaba siendo el contrario, con el matrimonio llevándolas a la pobreza y también al abandono escolar.
«Todos los estados de Nigeria deberían fortalecer las leyes y crear sistemas efectivos para hacer que se cumplan», dijo la organización.