Numerosos países reforzaron este lunes sus medidas de emergencia frente a la pandemia de coronavirus, desde el confinamiento estricto hasta el cierre de fronteras, a medida que crece el balance de decesos, que ya supera los 15.000 en todo el planeta.
Desde Alemania –que prohibió las reuniones de más de dos personas– hasta Nueva Zelanda –que aplicará un confinamiento total de cuatro semanas– pasando por Hong Kong –que cerró sus fronteras a los no residentes– la nueva ola de medidas refleja el pánico en muchas partes del mundo.
Los Juegos Olímpicos de Tokio, previstos para empezar en julio, están cada día vez un poco más cerca de la cancelación y Canadá ya anunció que no enviaría a sus atletas.
En Estados Unidos el presidente Donald Trump ordenó instalar miles de camas de emergencia mientras republicanos y demócratas intentan ponerse de acuerdo para aprobar un plan de choque económico de cerca de un billón de dólares.
«Estamos en guerra, en cierto sentido estamos en guerra», dijo Trump.
La lucha contra el coronavirus está agotando a los médicos y al personal sanitario, obligados a elegir a quién curan primero por falta de medios, al igual que los medicos en zonas de guerra.
«Hice medicina para curar a la gente, no para tener que elegir quién puede vivir», dijo Philippe Devos, un anestesista en Bélgica.
– Las cifras del terror –
El nuevo coronavirus ha dejado 15.189 muertos en el mundo y más de 341.300 casos de contagio desde que apareció en diciembre en China, según el último balance de AFP, y el epicentro está ahora en Europa.
En Italia, el país más afectado del mundo, se anunciaron el domingo otros 651 fallecidos, lo que lleva el número total a casi 5.500.
La policía patrulla las calles de Roma y supervisa las playas de todo el país buscando a la gente que incumple el confinamiento para tomar el sol.