Fans de Bad Bunny podrán solicitar reembolso en CDMX tras polémica por “La Casita” en su tour
El descontento se generó principalmente por un segundo escenario llamado “La Casita”, que se colocará en la zona General B y en el que se interpretarán algunas de las canciones más emblemáticas del ar…
Los asistentes al “DeBÍ TiRAR MáS FOToS World Tour” de Bad Bunny en el Estadio GNP Seguros de Ciudad de México podrán solicitar el reembolso de sus entradas, luego de que varios fans manifestaran inconformidad con los cambios implementados en la producción del show.
El descontento se generó principalmente por un segundo escenario llamado “La Casita”, que se colocará en la zona General B y en el que se interpretarán algunas de las canciones más emblemáticas del artista.
Ocesa, promotora del evento, informó que quienes tengan boletos en General A y Pits podrán optar por mantener sus entradas bajo las nuevas condiciones o cancelar su compra y recibir el reembolso total, incluyendo los cargos por servicio. La empresa explicó que los cambios buscan ofrecer una experiencia diferente, pero que lo más importante es que cada fan viva el concierto a su manera.
Para solicitar el reembolso, los interesados deben tramitarlo antes del 9 de diciembre a través del botón de ayuda en su cuenta de Ticketmaster.
¿Qué es “La Casita”?
“La Casita” es una estructura que se ha convertido en símbolo visual y temático del tour. Inspirada en una vivienda típica puertorriqueña, busca evocar la identidad y el arraigo cultural de la isla.
El concepto fue desarrollado por Mayna Magruder Ortiz, graduada de la Escuela de Diseño de Altos de Chavón, y materializado por Rafael Pérez Rodríguez, quien construyó el espacio con espuma, metal y madera. En su interior se incluyen elementos como una cocina transformada en barra, sofás y piezas de artistas puertorriqueños como Lorenzo Omar y Alexis Díaz.
Durante la residencia en el Coliseo de Puerto Rico, “La Casita” funcionó como un segundo escenario y recreó la atmósfera de las tradicionales “parrandas de marquesina”, un elemento profundo de la cultura puertorriqueña.
La notoriedad de este espacio incluso generó una disputa legal en septiembre de 2025, cuando Román Carrasco Delgado, dueño de una casa en Humacao, alegó que se utilizó su propiedad como modelo escenográfico sin autorización suficiente y demandó al artista.
