Las imágenes fueron tomadas meses atrás, y delatan que la joven pareja del agresor mintió cuando dijo que no tenía conocimiento de la existencia del arma.
En una de las fotos se puede ver a Sabag Montiel exhibiendo la pistola cerca de su cara. En la otra, Uliarte, quien fue detenida el lunes al comprobarse que estuvo en la escena del ataque, está parada de perfil y lleva el arma colgada de su cintura.
Las mismas fuentes indicaron al medio que hay otra imagen, tomada en mayo pasado, en la que se ven las dos caja de balas que se incautaron en el domicilio del joven imputado, de 35 años.
Además, los investigadores creen que hay una pequeña organización detrás de estas dos personas que acometieron el atentado contra la vicepresidenta. No hablan de un complot, sino de otros individuos que pudieron haber instado a la pareja a actuar.
Ambos sospechosos fueron trasladados este martes desde sus lugares de detención a los tribunales de Comodoro Py, en Buenos Aires, para brindar declaración indagatoria ante la jueza María Eugenia Capuchetti.
En horas de la noche, Brenda Uliarte declaró ante la magistrada. Negó haber tenido participación en la planificación del atentado y solo respondió preguntas de su abogado defensor, informó el canal de noticias IP. De acuerdo con La Nación, la acusada aseguró que el día de los hechos «solo acompañaba» a su novio y que «nunca pensó» que él «pudiera hacer eso». Calificó de «aberrante» lo sucedido y dejó claro que, pese a las «diferencias políticas» con Kirchner, no carga ningún tipo de odio hacia ella.
Entretanto, Sabag Montiel se rehusó por segunda vez a testificar, como ya lo había hecho el viernes pasado. No obstante, habló para desvincular a Uliarte del caso, afirmando que no tuvo nada que ver con sus acciones.
Alberto Fernández: contra los «discursos de odio»
Este martes, el presidente Alberto Fernández volvió a cargar contra «el discurso del odio y las expresiones violentas» que son difundidas desde los medios y las redes sociales, y que fueron «volviéndose moneda corriente».
«La Argentina está lastimada. No es para menos. La memoria democrática no recuerda una imagen tan tremenda como aquella que vimos cuando alguien amartilló una pistola a escasos centímetros de la cabeza de nuestra vicepresidenta», indicó durante un acto en la Cámara Argentina de la Construcción.
El mandatario consideró que «quien intentó llevar adelante un magnicidio no es un monstruo escapado de alguna tierra lejana, ni viene de otra galaxia, ni nació marcado para ser asesino».
«Es uno de nosotros. Un joven, un miembro de nuestra nación, nuestra comunidad, nuestro país, que un día se ubicó fuera de los márgenes de la democracia, lleno de odio, de violencia, de rencor, y rompió nuestro acuerdo de convivencia, nuestro pacto democrático», enfatizó Fernández.