Guatemala: muerte y destrucción tras erupción de volcán
EL RODEO, Guatemala (AP) — Guatemala despertó el lunes en medio del dolor por la muerte de decenas de personas tras la violenta erupción del Volcán de Fuego, uno de los más activos de Centroamérica, que ha dejado al menos 25 fallecidos y un número indeterminado de desaparecidos. Según los expertos, la explosión registrada pocoContinue reading “Guatemala: muerte y destrucción tras erupción de volcán”
EL RODEO, Guatemala (AP) — Guatemala despertó el lunes en medio del dolor por la muerte de decenas de personas tras la violenta erupción del Volcán de Fuego, uno de los más activos de Centroamérica, que ha dejado al menos 25 fallecidos y un número indeterminado de desaparecidos.
Según los expertos, la explosión registrada poco antes del mediodía del domingo fue la más violenta en 40 años. La erupción, que tomó por sorpresa a los residentes en la zona, levantó una enorme columna de humo y ceniza que cubrió varias poblaciones.
Hilda López no puede dejar de llorar. Se agarra el rostro con las manos. No sabe dónde quedaron su madre, su hermana y su cuñado.
“Estábamos en una fiesta, celebrando la llegada de un bebé, cuando una vecina nos llamó a gritos para que fuéramos a ver que la lava ya venía, no le creímos y cuando salimos a ver el lodo caliente ya venía bajando por la calle”, dijo López.
“Allá se quedó mi mamá, no pudo salir”, añadió la mujer, que vivía en la aldea de San Miguel Los Lotes, ubicada al sur de la capital, Ciudad de Guatemala.
En esa localidad, los rescatistas localizaron el domingo 18 cadáveres, explicó David de León, vocero de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED).
Según López, algo en su corazón le asegura que sus familiares están muertos. El flujo piroclástico, una mezcla de agua y lodo hirviendo que bajaba del volcán, y el humo tóxico que lo precedía eran letales, añadió. Ahora, junto a sus hijos y su esposo espera en un albergue a tener noticias de sus parientes.
A Joel González, el esposo de López, también le falta su padre: “Se quedó enterrado allá, en la casa”. Al parecer, su padre no pudo salir de la vivienda, donde lo sorprendió uno de los ríos de flujo piroclástico.
“Eso era como una playa, todo lleno de arena, no quedó nada. Las casas, los animales, la gente, todo se quemó, no tenemos nada”, dice González. En el lugar solían vivir familias numerosas.
Tras el paso de la nube de polvo, que llegó poco antes de la correntada de escombros, se produjeron escenas dantescas. Los socorristas rescataban cadáveres cubiertos por una especie de polvo, que los dejó como si fueran estatuas.
El volcán entró en erupción poco antes del mediodía del domingo levantando una enorme columna de humo y ceniza. A las 14:00 horas se ordenó el cierre del aeropuerto internacional de la capital por la ceniza y, alrededor de las 16:00, el flujo piroclástico comenzó a descender por las laderas del volcán.
El Volcán de Fuego es cónico y con una altitud de 3.763 metros sobre el nivel del mar. Se encuentra entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango, en el centro-sur del país.
Los hospitales atendieron a al menos 20 personas por quemadas y problemas respiratorios. Según CONRED, hay 1,7 millones de personas afectadas y 3.100 evacuados.
En El Rodeo, una de las aldeas afectadas, las casas seguían ardiendo el domingo en la noche cerca de una carretera a donde fue a parar el flujo volcánico y un fuerte olor a quemado predominaba en el ambiente.
El presidente, Jimmy Morales, declaró estado de calamidad en los tres principales departamentos afectados, que debe ser confirmado por el Congreso.