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Economía

Guerra en Oriente Medio, petróleo al alza y tu bolsillo: ¿Cómo nos impacta y qué podemos hacer?

mantenerse informado y evitar decisiones financieras emocionales. No es momento de endeudarse para mantener un estilo de vida. Evalúa bien cualquier crédito, compra grande o gasto recurrente. Usa el c…

Nicole Paola Rodríguez Peralta • June 24, 2025 6:00 pm
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La reciente escalada del conflicto entre Israel e Irán, y la intervención directa de Estados Unidos, ha encendido una nueva alarma en el panorama económico internacional. Aunque los bombardeos se sientan lejanos en el mapa, sus consecuencias se reflejan de forma directa en la economía dominicana, especialmente en el costo de vida y el poder adquisitivo del ciudadano promedio.

República Dominicana depende en un 100 % del petróleo importado. Cualquier tensión geopolítica que afecte los flujos de crudo desde Oriente Medio, como es el caso actual, dispara el precio internacional del barril. Desde el inicio de las hostilidades, el petróleo ha pasado de US$65 a más de US$75, y algunos analistas internacionales advierten que podría alcanzar los US$100 o incluso más si se restringe el tránsito por el estrecho de Ormuz, por donde circula casi el 20 % del crudo mundial.

Este aumento en el precio del petróleo repercute de forma inmediata en la economía local. Los combustibles importados encarecen el transporte, la producción, la electricidad y la logística en general. En otras palabras: sube el pasaje, sube la luz, sube el supermercado. La inflación se acelera y erosiona el ingreso real de las familias dominicanas.

Además, la factura petrolera presiona el presupuesto nacional. El Estado se ve forzado a aumentar subsidios para evitar un estallido social por alzas en los combustibles, lo que a su vez impacta el déficit fiscal y puede generar mayor presión sobre la tasa de cambio. El dólar sube, los productos importados se encarecen aún más, y el ciclo se retroalimenta.

A este contexto se suma un crecimiento económico ralentizado. Según cifras oficiales, el PIB apenas creció 2.2 % en el primer semestre de 2025. El turismo, uno de los principales motores económicos, podría verse afectado si se encarecen los vuelos o si los turistas ajustan su presupuesto. Lo mismo ocurre con las remesas, que dependen de factores globales que hoy están bajo tensión.

¿Qué podemos hacer como ciudadanos para proteger nuestras finanzas?

Primero, entender que este no es un momento para el consumo impulsivo. Es tiempo de ajustar el presupuesto, revisar en qué se nos va el dinero y eliminar fugas. Cada peso cuenta, especialmente si la inflación sigue al alza.

Segundo, cuidar el consumo energético. Apagar luces innecesarias, desconectar aparatos, revisar fugas eléctricas y racionalizar el uso del aire acondicionado puede representar un ahorro significativo. Lo mismo aplica para el uso del vehículo: compartir transporte, agrupar diligencias o incluso caminar más cuando sea posible.

Tercero, priorizar el ahorro. Aunque el escenario no sea el ideal para guardar, es precisamente en las crisis cuando el ahorro se vuelve más urgente. Cualquier fondo que puedas crear será un colchón útil para enfrentar nuevas alzas o imprevistos.

Cuarto, mantenerse informado y evitar decisiones financieras emocionales. No es momento de endeudarse para mantener un estilo de vida. Evalúa bien cualquier crédito, compra grande o gasto recurrente. Usa el crédito como una herramienta, no como una vía de escape.

Y por último, si recibes ingresos en dólares o remesas, analiza estrategias para proteger ese capital. Diversificar, convertir parte en moneda local en momentos oportunos, y evitar dejar dinero “quieto” que pierda valor frente a la inflación puede marcar una diferencia.

En conclusión, la situación geopolítica entre Israel, Irán y Estados Unidos tiene impactos reales sobre nuestra economía. Aunque no podemos controlar el conflicto, sí podemos controlar nuestras decisiones. Este es el momento de ser conscientes, estratégicos y responsables con nuestras finanzas personales. Prepararnos no es alarmarnos, es actuar con inteligencia.