Haití vive un clima de incertidumbre tras la dimisión de su primer ministro
Una calma precaria reina este martes en Puerto Príncipe tras el anuncio de la dimisión del primer ministro de Haití, Ariel Henry, que no resuelve los interrogantes sobre si las pandillas que controlan gran parte del territorio le darán una tregua al empobrecido país caribeño.
Una calma precaria reina este martes en Puerto Príncipe tras el anuncio de la dimisión del primer ministro de Haití, Ariel Henry, que no resuelve los interrogantes sobre si las pandillas que controlan gran parte del territorio le darán una tregua al empobrecido país caribeño.
Cuestionado desde hace tiempo por la comunidad internacional y en su país, Henry aceptó el lunes “la instauración de un consejo presidencial de transición” y señaló que seguiría “tramitando los asuntos corrientes hasta el nombramiento de un primer ministro y un gobierno”, en un vídeo publicado por la noche.
Su renuncia se produjo tras una reunión de emergencia sobre Haití, convocada en Kingston por la Comunidad del Caribe ya la que ayudó el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
El secretario general de la ONU, António Guterres, tomó nota del acuerdo político en Haití e instó a las partes implicadas “a actuar de forma responsable y dar pasos” hacia su instauración, según su portavoz, Stéphane Dujarric.
El objetivo es “restablecer las instituciones democráticas mediante elecciones pacíficas, creíbles, participativas e integradoras”, añadió.
Pero poco después, la comunidad internacional vio cómo uno de sus proyectos para reducir la violencia en Haití, el envío de una misión liderada por policías kenianos, sufría un contratiempo.
Kenia decidió suspender su implicación en esa fuerza debido a que se produjo un “cambio fundamental en las circunstancias como consecuencia de la ruptura total de la ley y el orden y la posterior dimisión del primer ministro de Haití”, dijo a la AFP el secretario principal. de Relaciones Exteriores del país africano, Korir Sing’oei.
Estados Unidos restó importancia a ese anuncio que dice que un acuerdo de transición permitirá establecer un nuevo gobierno, como quiere Nairobi, y que no ve necesario un retraso de la misión internacional.
Grave crisis alimentaria
Ante la inseguridad constante, el país más pobre de América sufre una grave crisis humanitaria.
El responsable del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU en Haití, Jean-Martin Bauer, afirmó el martes en un comunicado que la nación caribeña vive “una de las crisis alimentarias más graves del mundo” con “1,4 millones de haitianos al borde de la inanición”.
“Esperamos una tregua, pero la situación en Puerto Príncipe es difícil desde hace tiempo, incluso antes de las dos últimas semanas”, declaró a la prensa por videoconferencia.
“En Haití en este momento, llevar a los niños a la escuela, ir al supermercado, ir a trabajar… Todas estas cosas son extremadamente arriesgadas”, añadió.
La capital, controlada en gran parte por las pandillas, “es una burbuja. No hay forma de entrar ni de salir y de momento no podemos traer comida. Pero tenemos un almacén y los alimentos que hay en él se distribuyen prioritariamente a la población desplazada “, según Bauer.