WASHINGTON — El presidente Joe Biden designó el miércoles a la vicepresidenta Kamala Harris para encabezar las gestiones del gobierno con el fin de hacer frente al problema migratorio en la frontera sur de Estados Unidos y trabajar con las naciones centroamericanas para atender las causas profundas del asunto.
Biden hizo el anuncio al reunirse en la Casa Blanca con Harris, el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra; el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y con otros asesores en el tema migratorio para hablar sobre el incremento en la llegada de migrantes, incluidos muchos menores sin compañía de un adulto, a la frontera con México en las últimas semanas.
Al delegarle el asunto a Harris, Biden intenta repetir la dinámica aplicada cuando él era vicepresidente de Barack Obama, quien recurrió a Biden en su primer periodo para retirar a los soldados estadounidenses de Irak y supervisar la implementación de los estímulos en respuesta a la Gran Recesión.
“Cuando ella habla, habla por mí”, dijo Biden, haciendo notar que el trabajo que hizo Harris como procuradora general de California significa que está particularmente preparada para encabezar la respuesta del gobierno.
Biden, que ha enfrentado duras críticas de los republicanos por el aumento en la llegada de migrantes, espera mostrar a los estadounidenses que está tomándose en serio la situación en la frontera. También quiere evitar que el creciente problema humanitario y político opaque la ambiciosa agenda legislativa de su gobierno.
Pero la asignación de alto perfil para Harris, que se postuló a la candidatura presidencial demócrata en 2020 y se prevé que vuelva a contender por la Casa Blanca en el futuro, podría ser una dura carga política.
“No hace falta decir que el trabajo no será fácil”, señaló Harris. “Pero es un trabajo importante”.
Harris deberá supervisar las labores diplomáticas para lidiar con los problemas que están impulsando la migración en los países del llamado Triángulo Norte de Centroamérica, conformado por El Salvador, Guatemala y Honduras, y también deberá presionar a esas naciones para que aumenten la seguridad en sus fronteras, dijeron funcionarios del gobierno. Además, la vicepresidenta deberá desarrollar e implementar una estrategia a largo plazo que atienda la raíz de lo que causa la migración de esos países.
Biden insinuó que la decisión del expresidente Donald Trump de recortar 450 millones de dólares de financiamiento en 2019 a la región centroamericana era, en parte, culpable de la situación.