Santo Domingo, RD.- Este jueves se conmemora el 177 aniversario de la Batalla de Beller, la cual tuvo lugar en 1845 en la ciudad de Dajabón, en la parte noroeste del país, a cargo del general Francisco Antonio Salcedo.
Esta consistió en la liberación del país del dominio haitiano y ha sido reconocida en la historia dominicana como uno de los combates más encarnizados y de corta duración.
En el lugar donde se produjo, el general haitiano Seraphin había construido un fuerte amurallado al que denominó «El Invencible».
Estaba rodeado de trincheras y fortificaciones menores por todos los flancos, colocándose la artillería en un promontorio aparentemente inaccesible para las tropas dominicanas.
Sin embargo, el entonces presidente y jefe máximo del ejército dominicano, Pedro Santana, envió a las tropas dominicanas a combatir hasta la muerte, si era necesario, contra las fuerzas haitianas.
El general Salcedo confió su misión al coronel Pedro Eugenio Pelletier. También mandó una pieza de artillería con el capitán Benito Martínez y tropas de Puerto Plata y de la Línea Noroeste.
El ala izquierda estuvo al mando de los tenientes coroneles José Silva y Andrés Tolentino, con otra pieza de artillería a cargo del teniente coronel José María López.
En la parte central se hallaban las tropas de Santiago, Moca y La Vega, ambos batallones a las órdenes del coronel Nicolás Gómez y el teniente coronel Lorenzo Mieses.
La caballería armada fue dividida en dos grupos o secciones, una parte al mando del coronel José Mayol y del teniente coronel Juan Luis Pinero, respectivamente.
Mientras que, los generales Franciso Antonio Salcedo y José María Imbert asumieron la dirección general de las operaciones de la batalla de Beller, desde la parte central.
Las tropas haitianas, desde sus centros de mando, dieron su respuesta también a los dominicanos, abriendo fuego y causando algunas bajas simultáneas en las tres columnas.
No obstante, una vez ubicadas las posiciones de las tropas haitianas y los principales blancos de ataque, los dominicanos, guiados por los lugareños de la región, volvieron a la carga con más precisión y tesón, avanzando rápidamente las tropas del coronel Pelletier.
Los tenientes coroneles Tolentino y Silva, por su parte, con otra pieza de artillería a cargo del teniente coronel José María López, al centro y los regimientos tercero de Santiago, Moca y La Vega atacaron con toda furia a las tropas haitianas.
El momento más importante con el cual se decidió la batalla, fue cuando el general Salcedo avanzó impetuosamente con sus tropas, dándole aún más respaldo al ejército nacional dominicano.