Lágrimas y angustia en las maternidades tras inicio de deportaciones de parturientas indocumentadas
En la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia, una de las más concurridas del país, la escena de Judelene Thebaud abordando un autobús migratorio con su bebé de apenas tres días en brazos se convir…
Con rostros llenos de preocupación y lágrimas en los ojos, decenas de mujeres haitianas indocumentadas vivieron momentos de angustia este lunes en las principales maternidades del país, tras el inicio de un nuevo operativo de deportación impulsado por las autoridades migratorias.
En la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia, una de las más concurridas del país, la escena de Judelene Thebaud abordando un autobús migratorio con su bebé de apenas tres días en brazos se convirtió en símbolo de una situación humanitaria compleja. Judelene, como muchas otras, no posee documentación que avale su permanencia legal en territorio dominicano.
Desde tempranas horas del día, mujeres indocumentadas que buscaban atención médica o que ya estaban siendo atendidas, fueron retenidas luego de recibir asistencia. Según pudo constatar la prensa desde el exterior de los centros de salud, el acceso a medios fue restringido, aunque desde las afueras era evidente la tensión entre pacientes, personal de salud y familiares.
A los alrededores, decenas de parientes esperaban información sobre el desfile de sus seres queridos, sin recibir detalles concretos sobre los procedimientos que seguirían las autoridades.
Algunos de ellos relataron que, aunque reconocen el derecho del país a regular su política migratoria, consideran injusto deportar a una mujer recién dada a luz de forma tan inmediata. Una constante en los testimonios fue que muchas de estas personas tenían visas vencidas y han enfrentado obstáculos para renovarlas.
Las autoridades han reiterado su decisión de aplicar con firmeza las leyes migratorias, alineándose con medidas similares adoptadas por otros países. Sin embargo, organismos defensores de derechos humanos y sectores sociales han comenzado a manifestar su preocupación por el trato a mujeres en estado de vulnerabilidad.